PAMPLONA - Hace solo dos meses este periódico publicaba una condena con uno de los casos más típicos de estafa, el de los accidentes que son causados deliberadamente para cobrar el seguro del automóvil. Así, el Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona condenó a dos hombres por un delito de intento de estafa, uno a cuatro meses y medio de cárcel y el otro a tres meses de prisión, por idear ambos un plan para dañar dos vehículos e intentar cobrar de los respectivos seguros. La sentencia relata que uno de los acusados, “con ánimo de ilícito enriquecimiento”, alquiló una furgoneta y, con ella al volante, “la embistió deliberadamente” dos veces contra otra furgoneta, perteneciente al segundo acusado, que se encontraba estacionada en el polígono de Landaben.

“El propósito de los dos acusados era el de defraudar a las dos compañías aseguradoras de los vehículos”, de forma que posteriormente el propietario de la furgoneta que estaba aparcada “trató de cobrar la indemnización” de la aseguradora, “pero no logró su propósito al percatarse” la compañía del fraude ideado. La sentencia condena al primer acusado a 4,5 meses de cárcel y a indemnizar a la empresa de la furgoneta que alquiló con 12.385 euros, en los que se valoran los daños que causó. Al segundo acusado, propietario del coche contra el que embistió, se le condenó a tres meses de cárcel que se sustituyeron por tres meses de trabajos comunitarios.

Mucho más elevado por la cuantía y por la gravedad de los hechos fue el caso del gerente de una empresa de peritaciones de Pamplona que hace escasos meses fue condenado a dos años de prisión y a una multa de 2.160 euros en la Audiencia Provincial por un delito continuado de estafa en concurso medial con un delito continuado de falsedad de documento mercantil. La sentencia reconoce que se declararon varios siniestros inexistentes, se hizo una peritación sobrevalorada en algunos de ellos y se inflaron facturas con el desconocimiento de la aseguradora Allianz, que indemnizaba dichos partes hasta que descubrió la mecánica delictiva que se prolongó entre 2008 y 2012. Así, se citan siniestros falsos en inmuebles sin que existieran daños reales, una peritación sobrevalorada de siniestros y asignación irregular a otros dos peritadores imputados que no pertenecían a la red de asistencia de Allianz y que se indemnizaban sobre las peritaciones realizadas por el acusado mediante pago directo a los reparadores por solicitud de este, embolsándose el sobrecoste el perito y los reparadores, que facturaban por tareas irreales. También se emitían informes y facturas que no se correspondían con trabajos efectuados. - E.C.