La circulación de billetes falsos es uno de los métodos más comunes para estafar en cualquier tipo de establecimiento. Desde una pequeña tienda de ultramarinos hasta un hotel, pasando por cualquier local de hostelería. Su obtención, sigue un procedimiento muy similar al del tráfico de drogas. Obviamente, no hay ningún puesto fijo, ni una localización exacta, sino que a través de “camellos” de dinero falso, una persona puede conseguir billetes no reglamentarios. En concreto, se trata de una práctica que supone un beneficio económico para el “camello” y para quien obtiene el dinero falso, y supone una pérdida importante de dinero para los establecimientos.
El pasado miércoles 18 de julio varios establecimientos de Sarriguren denunciaron ante la Policía Foral que se habían visto afectados por la obtención de varios billetes de 50 euros falsos. Y es que las fiestas de San Fermín son unos días idóneos para que los estafadores puedan colar con mayor facilidad dinero falso, ya que el trajín y la gentrificación hacen que los trabajadores de los establecimientos hosteleros y de las peñas no puedan estar comprobando constantemente la autenticidad de los billetes y monedas.
San Fermín
Más fácil colar los billetes
“No disponemos de datos exactos sobre el dinero falso que ha circulado estos Sanfermines, pero sí que en varios establecimientos y locales han tenido algún problema relacionado con este tema”, comenta la secretaria general de la Asociación Navarra de la Pequeña y Mediana Empresa de Hostelería (ANAPEH), Beatriz Huarte. En este sentido, Huarte subrayó que durante las fiestas es más complicado detectar estos casos debido al “ritmo frenético” que lleva la ciudad durante esos días. No obstante, existen mecanismos para combatir este problema: “Cada vez más establecimientos de Pamplona están implementando cajones inteligentes, que te avisan cuando un billete o una moneda son falsos”, explica Huarte. Estos cajones son una herramienta en la que el trabajador introduce el dinero del cliente y devuelve el cambio exacto. A su vez, es capaz de detectar la autenticidad del dinero que recibe, aunque la secretaria general de ANAPEH matiza que no sabe “hasta qué punto son tan precisas estas máquinas como para detectar todas las falsificaciones”, ya que cada vez, asegura, la precisión en los billetes plagiados es mayor.
Los cajones inteligentes resultan una buena herramienta para combatir esta problemática, sin embargo, su precio ronda “los 6.000 o 7.000 euros. Además, no se pueden instalar en cualquier establecimiento, hace falta una caja registradora con unas características mínimas, como un software que facilite la conexión con el cajón”, explica Huarte.
Por su parte, las peñas también tienen mecanismos para detectar el dinero falso. El presidente de la Federación de Peñas de Pamplona, Imanol Azkona, señala que la mayoría de las peñas tienen “una luz de infrarrojos que sirve para identificar los billetes verdaderos y los que no lo son. Cuando haces barra en Sanfermines es muy difícil estar al tanto de estas cosas. Los billetes de 50 sí que se suelen mirar, pero es que tampoco puedes estar mirando todo el rato los que sean de menos valor”, incide Azkona, que apunta que su sensación es que este año “no ha sido muy diferente a otros años” con respecto a este tema.
cómo conseguir dinero falso
Un lucro para el falsificador y para el portador
Uno de los métodos por los que un ciudadano de a pie puede conseguir dinero falso es similar a si quiere conseguir droga. Basta con ponerse en contacto con un “camello” que lleve dinero falso, quedar con él y hacer el intercambio. Según fuentes consultadas por este periódico, en San Fermín se podía obtener dinero falso a un cambio de 200 euros verdaderos a cambio de 1.000 irregulares, normalmente en billetes de 20 o 50.
De esta manera, un ciudadano que haya adquirido 1.000 euros falsos a cambio de 200, podría beneficiarse económicamente a costa de los establecimientos en los que compre. Por ejemplo, en Sanfermines, si se tiene cincuenta billetes de 20 euros (1.000 en total) y con cada uno de ellos se compra un cubata por un valor de 6, recibiría un cambio de 14 euros (verdaderos) por cada billete. De esta manera, podría llegar a la suma de 700 euros auténticos, usando los 50 billetes para comprar cubatas.
Por ello, la sola posesión de dinero falso puede suponer incurrir en un delito de tenencia de moneda falsa, para el que no hace falta una complicidad con el falsificador, sino que se considera delictivo la sola consciencia de la falsedad del dinero y que se haya adquirido con la finalidad de ponerlo en circulación, enfrentándose a una pena de seis meses a tres años de prisión.