Pudieron disfrutar del viaje de estudios en Grecia pero se quedaron sin agurra, la fiesta de despedida que hace el alumnado de 2º de Bachillerato de San Fermin ikastola cuando terminan sus estudios. Por eso, la promoción 2005-2020 decidió donar el dinero que iban a destinar a la organización del acto de fin de curso (2.200 euros) a la ONG Zaporeak. Su objetivo: poner su granito de arena en la inmensa labor que hace esta organización en el campo de refugiados de Lesbos, en Grecia. "Todas las ayudas son importantes, pero cuando proceden de chicos y chicas de 18 años resultan especialmente satisfactorias ya que reflejan que parte del colectivo joven están sensibilizados y concienciados con nuestra labor", asegura Helena Ruiz de Azua, voluntaria de la ONG Zaporeak.

Todo comenzó en Grecia y ha terminado allá. Los estudiantes que el pasado curso estaban en 2º de Bachillerato en San Fermin ikastola eligieron este país a orillas del Mediterráneo para vivir la experiencia del ansiado viaje de estudios. "Durante su organización redactaron una guía de Grecia, la primera en euskera, y se barajó la posibilidad de ir a conocer uno de los comedores que tiene allá la ONG Zaporeak. Sin embargo, finalmente no fue posible", recuerda Iñako Redín, padre de uno de los chavales de esta promoción.

Regresaron del viaje con las mochilas llenas de vivencias inolvidables y el curso comenzó con normalidad, pero llegó marzo y estalló la pandemia. "Los chavales habían guardado parte del dinero recaudado para el viaje con el objetivo de pagar parte de los gastos del Agurra: preparar la fiesta, realizar el audiovisual, la música... Hubo varios intentos de hacer algo con las medidas sanitarias oportunas pero finalmente se descartó la idea, ya que era inviable", reconoce Redín. Decidieron posponerlo a este año, pensando que la situación sería óptima pero tampoco ha sido posible. "Al no haber Agurra, se enviaron las orlas y un detalle a los domicilios de todos los estudiantes y con el dinero que sobraba los y las delegadas de padres y madres de la promoción plantearon donar el dinero a una ONG en lugar de repartirlo entre todos. Todo el mundo estuvo de acuerdo, nadie puso ninguna pega. Los y las estudiantes respaldaron la propuesta, y se optó por Zaporeak por su relación con Grecia. Es una organización cercana, que los estudiantes conocían y habían trabajado en clase", explica Redín.

El alumnado de San Fermin ikastola también viajó a Grecia en 2019.

Labor de sensibilización

Desde Zaporeak, ONG afincada en Gipuzkoa pero con estrechos lazos con Navarra, agradecen la solidaridad de estas familias y estudiantes. "Todas las ayudas son bienvenidas pero si proceden de chavales y chavalas de 18 años demuestran que nuestra labor también sirve para concienciar y sensibilizar a la juventud. Y resulta esperanzador ya que además de ayudar a las personas refugiadas si éstas finalmente puedan llegar aquí sabemos que hay gente que les dará una buena acogida", afirma la voluntaria de esta ONG Helena Ruiz de Azua.

Zaporeak es una asociación sin ánimo de lucro que ofrece comida digna a las personas refugiadas que llegan a Europa. En la actualidad, personas voluntarias de esta asociación cocinan y reparten comida entre las personas que se encuentran retenidas en los campos de refugiados de la isla de Lesbos, en Grecia.

Este proyecto se impulsó el pasado 2019 si bien, tal y como recuerda Ruiz de Azua, en años anteriores Zaporeak ha cocinado para personas atrapadas en las ciudades griegas de Patras y Atenas, y en la isla de Chios. También tuvo un proyecto en wruo, Etiopía. "En estos lugares ya no tenemos cocina pero seguimos colaborando con la gente y les enviamos alimentos desde aquí", explica Ruiz de Azua, que asegura que la ONG ha colaborado con diferentes centros educativos de la CAV. "Normalmente hacen recogida de alimentos entre las familias y docentes pero algunos también nos han hecho aportaciones económicas"