PAMPLONA - Cristina Akoto Acquah Adamuwah llegó en 1982 a Navarra y lleva cerca de dos décadas colaborando en labores de interpretación, tanto en el ámbito sanitario, policial y, en especial, en el judicial. Original de Ghana, los idiomas que domina son el inglés, la lengua oficial de su país, pero también el twi, uno de los dialectos más importantes del país africano hablado por alrededor de 7 millones de personas.

En este sentido, al ser el twi un idioma más exótico, la mayoría de servicios que ha prestado Cristina son en inglés, especialmente con la llegada de turistas ingleses, americanos o australianos en las fiestas de San Fermín.

Esta fecha tan señalada le ha valió para trabajar en algún caso mediático, recuerda, como el del joven americano juzgado por propinar un puñetazo a un pamplonés que se acercó a su novia en la Calle Estafeta y que entró en un estado de coma.

Sin embargo, desde que su marido enfermó hace unos años, la ghanesa solo presta sus servicios en twi al ser la única persona que maneja este idioma dentro del Centro de Comunicación Internacional (CCI), que presta servicio a los órganos judiciales para la práctica de aquellas diligencias que deben realizarse en idiomas diferentes al castellano.

Así, la mayoría interpretaciones que ha hecho han sido en el ámbito penal: “Hubo un tiempo en el que hubo denuncias hacia personas nigerianas que portaba documentación falsificadas. Ahora me llaman más por temas de peleas, violencia de género, también a varios ayuntamientos porque alguna pareja se iba a casar, y también recuerdo una vez en la que tuve que ir a Baztan porque un hombre se suicidó y tuve que interpretar a su mujer, que era de Nigeria”.

En esta línea, ha tenido que asistir en casos tan duros que recuerda haberse derrumbado delante del juez en una ocasión: “Sentí un sentimiento de pena muy grande y no pude contenerme”. Esta es la parte más dura de su trabajo, asegura, pero dice que no se lo lleva a casa porque ella ya tiene sus “propios problemas como para pensar en los de los demás, la clave es mantenerse al margen y se aprende con los años”, afirma.

Por otra parte, también hay quien se intenta aprovechar de la situación y busca su complicidad: “Muchos me preguntan qué decir para que les beneficie, pero yo no entiendo de leyes, solo entiendo lo que me dice para trasladarlo al resto”, explica.

En la parte positiva, lo que más le llena Cristina en cuanto a su trabajo como intérprete es “poder ayudar a las personas a entender lo que le está pasando y poder ser su voz cuando lo necesitan”.

LA FRASE

“Lo que escuchaba y traducía me produjo tanta tristeza y me puse a llorar delante del juez”