La semana pasada, del 12 al 18 de septiembre, se confirmó un caso de viruela del mono en la Comunidad Foral, con lo que el número total de casos contabilizados hasta la fecha se eleva a 22, según recoge el último informe de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra.

Asimismo, el trabajo constata que "hasta ahora, todos los casos han sido hombres con edades comprendidas entre los 20 y 70 años, y dos han requerido ingreso hospitalario".

Como recuerdan desde Salud Pública, se ha de considerar la posibilidad de este diagnóstico en pacientes con exantema o lesiones ulcerosas, vesiculosas o pustulosas en cualquier parte del cuerpo (genitales, manos, cara, tronco, mucosa oral, etc), generalmente precedidas o acompañadas de fiebre, dolor muscular o articular y linfadenopatía. Asimismo, explican que cuando las lesiones tienen localización anal pueden no ser visibles y manifestarse solo como molestias o dolor en la zona. Además, refieren que "apoya al diagnóstico el antecedente de exposiciones sexuales de riesgo en los 21 días previos; aunque también pueden producirse casos por contacto estrecho no sexual con las lesiones o secreciones de personas infectadas".

Información ante el aumento de las ITS

Tras destacar que en 2021 y 2022 "ha aumentado la incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) superando el nivel prepandémico", los especialistas de Salud Pública recuerdan que "toda relación sexual con una persona nueva conlleva el posible riesgo de contagio de estas infecciones".

Asimismo, señalan que "el aumento en el número de personas distintas con las que se tienen relaciones sexuales multiplica este riesgo; mientras que el uso adecuado del preservativo en estas relaciones lo reduce considerablemente". Y es que, como afirman, "existe riesgo de contagio en toda relación en la que se produce contacto entre mucosas o secreciones, siendo mayor en las prácticas anales, seguidas de las vaginales y del sexo oral".

En esta línea, advierten de que "muchas infecciones de transmisión sexual pueden ser asintomáticas, pero éstas también pueden contagiar y pueden tener efectos graves a largo plazo".

Por todo ello, hacen hincapié en que "ante la detección de una infección de transmisión sexual en uno de los miembros de una pareja, se requiere el tratamiento coordinado y simultáneo hasta conseguir la curación de ambos, para evitar las reinfecciones entre ellos". En esta línea, concluyen que "toda persona con diagnóstico o con sospecha de infección debe evitar tener relaciones sexuales hasta estar totalmente curada".