Finaliza el primer fin de semana de las Javieradas en Navarra de este años, "con balance positivo y sin incidencias destacables", ha resaltado la Policía Foral, que ha cifrado la afluencia en 4.600 personas, 800 turismos y 30 autobuses" este domingo por la mañana en el Castillo de Javier.

Este operativo ha realizado un total de 376 atenciones: 121 el viernes, 359 el sábado y 19 el domingo. Ello supone 248 atenciones más que en la primera Javierada de 2022. Solo dos personas ha necesitado traslado a centro médico, ha informado la entidad en una nota.

La gran mayoría de las intervenciones, 141, han sido por ampollas. También se han realizado 49 atenciones por masajes, 79 lavados, 34 curas, 15 esguinces, 39 atenciones médicas, una dosis de agua y 16 intervenciones por otros motivos. Además, se han producido dos traslados a centro médico.

Por zonas, la mayoría de las atenciones han tenido lugar en el trayecto Pamplona-Javier, con 199, seguida de la Ribera, con 121 y la zona media, con 56.

Ha participado voluntariado de las Asambleas Locales de Cruz Roja de Ablitas, Buñuel, Burlada, Cintruénigo, Cortes, Lodosa, Mélida-Carcastillo, Pamplona, Sangüesa, Tafalla y Tudela.

LA MISA

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, ha llamado este domingo a vivir "con fe y con amor cristiano" y ha advertido de que "quien pretenda marginar a Dios, tenga cuenta que poco a poco perderá su propia identidad".

Así lo ha indicado durante la homilía pronunciada en la explanada del Castillo de Javier y que ha puesto punto final a las primeras Javieradas de este 2023.

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FOTOS: La primera Javierada de 2023 en Navarra Unai Beroiz

"Estar apegados a las cosas de la tierra, a veces, nos paraliza y nos impide mirar mucho más alto. En el momento actual manifestar que somos cristianos nos resulta costoso y se nos puede ridiculizar. No podemos caer en la tentación de la cobardía y menos en pensar que el creyente es un parásito de la misma sociedad. A veces se nos quiere convencer de que esto es así y no es cierto", ha manifestado.

Pérez ha afirmado que "la sociedad necesita creyentes humildes que, con valentía y firmeza, manifiestan sus convicciones". "No tengamos miedo de dar la cara por el Señor, aunque esto a los ojos de la sociedad aparezca como algo necio y débil. La fe es un regalo que hemos recibido de Dios y no la podemos ocultar como si fuera algo extraño a nuestra realidad humana", ha defendido.

La misa de la primera Javierada vista desde el aire

La misa de la primera Javierada vista desde el aire GUARDIA CIVIL

El arzobispo ha insistido en que "la fe no es algo triste y apagado sino la luz que ilumina nuestras vidas y aporta el gozo de vivir con ilusión". "Vivamos con fe y con amor cristiano de tal forma que convenza, que arrastre y que lleve alivio a aquellos que nos rodean. Creer no es una devoción más o menos piadosa sino una vida que aporta al ser humano lo único novedoso que le hace exultar de alegría", ha expresado.

En este sentido, ha asegurado que "la luz de la fe hace posible que la sociedad encuentre su verdadera identidad". "No son las promesas temporales las que colman el corazón del ser humano, son las promesas eternas que Jesucristo nos ha traído las que hacen posible que podamos exultar de alegría y de felicidad siempre", ha señalado.

Por ello, ha llamado a "recuperar este sentido último a la que nos invita la misma esperanza". "Vivimos en una época en la que el pesimismo se ha convertido en lo normal y el motivo es porque miramos mucho hacia abajo y poco hacia arriba. Estamos llamados a vivir en plenitud y aquel que garantiza esta realidad de perfección que es Jesucristo", ha resaltado.

Finalmente, Francisco Pérez ha manifestado que "todos buscamos milagros en nuestra vida" pero "el milagro fundamental es creer y quien cree tiene confianza en Dios y en su providencia". "Sin ella nos sentiríamos huérfanos, angustiados, hundidos y hastiados", ha concluido.