La Formación Profesional se ha convertido en las dos últimas legislaturas en una prioridad de los equipos que conforman el Departamento de Educación. Un impulso que se ha traducido en un notable incremento de la oferta de títulos y plazas que acercan a la Comunidad Foral a los objetivos marcados por la Unión Europea. Así, entre 2019 y 2023, el alumnado escolarizado en enseñanzas de FP ha pasado del 32% al 40%, más cerca del 48% de Europa. Y de cara al próximo curso, la previsión de Educación es que unos 15.200 alumnos y alumnas se suban al tren de la Formación Profesional.

El Departamento está inmerso estos días en el periodo de inscripción para cursar ciclos de grado medio y grado superior, que aglutinan el grueso del alumnado de estas enseñanzas, y que finaliza el viernes 5 de mayo. La oferta incorpora 825 nuevas plazas en la red pública de centros de FP, 28 nuevas unidades, 14 nuevos ciclos de grado Superior (dos en euskera) siete de grado Medio (dos en euskera), un nuevo ciclo de Grado Básico, además de dos unidades de itinerario formativo experimental de doble grado y cuatro cursos de especialización. Así las cosas habrá un total de 6.607 plazas de 1º curso en modalidad presencial, y un total de 1.140 plazas de nuevo acceso en FP on line.

En concreto, Educación ha incorporado diez nuevos perfiles diferentes (seis en grado superior y cuatro en cursos de especialización) que abordan aspectos como la igualdad de género, la documentación sanitaria, las industrias creativas y la animación 3D o el sonido, pasando por la robótica, los drones o la auditoría energética, así como por la panadería y bollería artesanal.

La matrícula se dispara en la última década

El interés por las enseñanzas de Formación Profesional llevan años al alza en la Comunidad Foral. En la última década la matrícula en ciclos de grado medio y superior (representa más del 80% del total de las inscripciones) se ha disparado, al pasar de 7.376 estudiantes en 2012-13 a los 12.237 del pasado curso 2021-22.

El aumento ha sido más plausible entre el alumnado que se decanta por hacer un ciclo de FP superior al terminar el Bachillerato o un grado medio que el que opta por la FP en lugar de por el Bachillerato al finalizar la ESO. Así, el alumnado en grado medio ha pasado de 3.834 a 5.767 mientras que el de grado superior se ha disparado de 3.928 a 6.470 inscritos.

En lo que respecta al alumnado de FP básica y talleres profesionales se mantiene estable, con una media de un millar de inscritos (el pasado curso fueron 1.150), y más de un millar opta por ciclos de FP on line, que también está al alza.

De esta forma, el número de estudiantes que cursaron alguna de las enseñanzas de Formación Profesional alcanzó los 14.400 el pasado curso, lo que supuso un 5% más que el anterior, y para el próximo se espera rondar los 15.200.

Brecha de género, menor conforme aumenta el nivel de cualificación

La brecha de género en los estudios de FP es muy profunda pero se reduce conforme aumenta el nivel de cualificación y educativo. Así, en ciclos de FP Básica los varones representan el 71% del alumnado mientras que en los grados medios hay un 62%-37% y en grado superior se acerca al fifty-fifty con un 57% de alumnos frente al 43% de mujeres.

La brecha de género por ciclos es muy preocupante en algunos ámbitos como los títulos de Electricidad y electrónica; Fabricación mecánica, Instalación y mantenimiento e Industrias extractivas con más del 95% del alumnado varón. La otra cara de la moneda la muestran Imagen personal, Textil, confección y piel y Servicios socioculturales y de la comunidad, donde más del 80% es mujer.

En lo que respecta a las redes, la enseñanza pública sigue monopolizando la FP y ocho de cada diez estudiantes acude a un centro público. El 20% restante se distribuye entre la enseñanza concertada y la privada (solo un 3%).