El debate de la obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios –solo hospitales y centros de salud– sufrió ayer a la tarde noche un cambio de timón repentino. Las discrepancias acerca de la aplicación de la medida entre las comunidades autónomas –la mayoría de las cuales no respaldaban la obligatoriedad– y el Ministerio de Sanidad –que ante la situación de colapso de las Urgencias hospitalarias y el elevado riesgo de contagio sí era partidario de que volvieran los tapabocas– en la en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) que tuvo lugar por la mañana desembocaron finalmente en que el propio órgano ministerial anunció a última hora que impondrá la medida en los centros sanitarios de todo el Estado español.

Así ocurrirá también en Navarra a partir del miércoles, salvo que hoy haya otro giro sorprendente del guión en base a que alguna comunidad cuestione la normativa impuesta a través de recursos judiciales o de otro tipo. La Comunidad Foral era hasta ahora partidaria de la alta recomendación de la mascarilla ante la elevada circulación de gripe y covid-19. 

Fuentes del departamento que dirige Mónica García confirmaron que esta medida se toma en cumplimiento del artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, que permite la declaración de actuaciones coordinadas en salud pública. Las mismas fuentes precisaron que la medida se toma únicamente para hospitales y centros de salud, no en centros sociosanitarios (residencias de ancianos) o farmacias, como estaba incluido en la propuesta presentada en el consejo interterritorial.

Una sanitaria navarra con mascarilla Javier Bergasa

Ante la falta de acuerdo en la reunión que hubo por la mañana, Sanidad abrió un plazo de alegaciones por el que, en las siguientes 48 horas, las CCAA podían hacer llegar sus propuestas al documento presentado por el Ministerio, como puede ser ampliar esta medida a las farmacias. “Después de la pandemia sufrida, hemos aprendido y no nos resignamos a las cifras pre-pandemia. Desde este Ministerio, vamos a seguir trabajando para minimizar los riesgos y homogenizar la protección de la salud”, insistió García en declaraciones a los medios, una vez acabada la reunión. García defendió que es una norma “efectiva, de sentido común, avalada por la evidencia científica y que es bien recibida por la población”.

Horas después, el plazo dado por Sanidad para que las comunidades formularan alegaciones voló por los aires y el Estado decidió imponer dicha medida y no dejar que cada comunidad tomara las decisiones que considerara oportunas. Antes del anuncio de la obligatoriedad, en el caso de Navarra el departamento de Salud había optado por no imponer la obligatoriedad de la mascarilla en los centros sanitarios, postura que ya venía anunciando días atrás, aunque sí “intensifica” la recomendación de su uso en centros sanitarios, sociosanitarios y en personas con síntomas, ante la situación de la epidemia. El principal argumento aportado por el departamento para decantarse más por la recomendación es que la obligatoriedad implicaría un cambio normativo importante que habría que “analizar a fondo” y que sería para un corto periodo de tiempo –hasta que pase la epidemia–.

Situación dentro de lo normal 

Por su parte, en su intervención en la Interterritorial, el consejero de Salud del Gobierno de Navarra, Fernando Domínguez, explicó la postura adoptada en la Comunidad Foral de “intensificar” la recomendación del uso de la mascarilla en centro sanitarios (hospitales y centros de salud), sociosanitarios (residencias y centros de atención a personas vulnerables) y en aquellas personas con síntomas, en especial si se encuentran en lugares cerrados, como medida para proteger a los más vulnerables y controlar la transmisión de enfermedades infecciosas por vía respiratoria. 

El consejero expuso la situación epidemiológica de Navarra y los motivos por los que se ha optado por la recomendación en lugar de por la obligatoriedad de la mascarilla. “En Navarra, el número de hospitalizaciones por gripe en la pasada semana fue de 110, un número elevado que ha aumentado la presión asistencial en los servicios de urgencias pero que está dentro del rango que se registran en las ondas estacionales de gripe de algunos años anteriores y que, en ningún caso, alcanza la magnitud de las ondas de covid durante la pandemia”, detalló. Además, comentó que el 79% de la población mayor de 75 años está vacunada frente a la gripe y en el caso del grupo de mayores de 65, el porcentaje es del 71,7%. Cabe destacar que Salud Pública estima que la efectividad de la vacuna antigripal de esta temporada es alta para prevenir ingreso, en torno al 66%. No obstante, la saturación en centros sanitarios navarros es evidente, especialmente en los servicios de Urgencias, que, en el caso del Hospital Universitario de Navarra (HUN), tras la Navidad está atendiendo hasta a 600 pacientes al día.