Tres días después de haber llegado a la zona cero, cuando ultimaban los últimos trabajos antes del regreso, el policía municipal de Pamplona, Josemi Huarte, miembro de la ONG policial IPA Navarra, con delegaciones en todo el mundo, se llevaba las manos a la cabeza cuando veía lo que tenía delante. Huarte, con otra compañera de Pamplona y uno de Villava, llegaron el viernes a primera hora a Catarroja, donde ya declaró en un inicio que lo que veía era "una hecatombe". Conforme han ido limpiando zonas durante el fin de semana, ha ido descubriendo otros paisajes y otras historias de desolación. "El domingo estuvimos en una zona a la que no habíamos podido llegar y era de más destrucción aún. Cuando pensabas que lo habías visto todo, nos tocó entrar en ese sitio, con garajes inundados y seguro, por lo que contaban, que con víctimas en su interior. La magnitud es brutal", narra Huarte.

Gloria, una agente de Pamplona y miembro de IPA, reparte ayuda en Catarroja.

El agente, que ha dormido estos días en un hotel y en la vivienda en Paterna de un compañero que está en comisión de servicios, recuerda que en su estancia allí han hecho todo tipo de trabajos, pero sobre todo se han encargado de labores de seguridad ciudadana y de tráfico. "Al llevar un coche policial rotulado, los desplazamientos son mucho más rápidos al ir con los prioritarios. Hemos hecho muchos traslados de policías compañeros de allí que acudían a custodiar y a levantar cadáveres. Y también nos encargábamos de evitar tráfico en las zonas de mayor influencia. Hemos tenido situaciones bastante complicadas, porque la gente lo está pasando muy mal, pero lo hemos solventado. Hemos acompañado también a personas mayores, trasladándolas a lugares seguros. Y aquí te encuentras las dos caras, por un lado el trabajo que hay que hacer para levantar toda esa ruina y por otra el agradecimiento de la gente. Hubo una mujer mayor que lo había perdido todo, había podido hacer unas lentejas y café y nos trajo una perola y un termo. Es algo realmente emocionante".

Imagen de las calles de Catarroja.

Huarte destaca que a partir de ahora tiene que haber coordinación al máximo entre los recursos para saber dónde es necesario el voluntariado, no bloquear los viales de acceso a las localidad y conocer las circunstancias de la gente. "Este domingo ya se veía mucha llegada de efectivos, espero que vaya lo mejor posible".