El gerente de DYA Navarra, Javier Mendía, esperaba este mediodía el relevo de compañeros de Pamplona. Iban a seguir 15 voluntarios en plena brecha, con seis vehículos, tres de ellos todoterreno y dos ambulancias y vehículos de logística. Duermen en un polideportivo, con generadores y sin agua caliente, y actúan en Massanassa. Dice que con sus vehículos “han podido entrar al centro del pueblo, que era impracticable, trasladar a personas y pacientes, realizar Urgencias día y noche por ataques de ansiedad, roturas, heridas, lo que haga falta. También hacemos labores de limpieza, entramos a garajes, abrimos puertas, buscamos personas...”.
Afirma Mendía que ahora se están dando “pasos más grandes en la organización, en cuanto al tráfico, pero seguimos con un panorama similar. Va a costar mucho tiempo recuperarse de todo esto”, recuerda.
El voluntariado de DYA lleva en primera línea desde el origen de la catástrofe y siempre en la localidad natal del entrenador de Osasuna, Vicente Moreno. Allí les ha tocado desempeñar todo tipo de tareas para las que están formados, tanto de logística, emergencias, rescates y sanitarias.