#Bórralo es el nombre de la campaña para reflexionar en torno a la normalización de la violencia sexual. Todo comenzó a través de la iniciativa ThinkxSocial, que permitió que durante dos jornadas, equipos multidisciplinares de varias asociaciones trabajaran de forma colaborativa para generar cinco campañas de comunicación en torno a cinco retos sociales que podrían interesar a los jóvenes: adicciones, inclusión social de las personas con discapacidad, protección de la infancia, prevención del suicidio, y prostitución y trata. De ahí surgió el lema Si puedes borrarlo de tu móvil, puedes borrarlo de tu vida. "Lo que queremos es concienciar, reflexionar y cuestionarnos que existen muchas violencias y conductas que normalizamos en el día a día, pero que esconden mucha agresividad y que pueden llegar mucho más allá", ha expresado Alicia Giménez, coordinadora de Acción Contra la Trata (ACT).

Normalización de la violencia simbólica

En concreto, esta campaña hace especial hincapié en los stickers que se utilizan en WhatsApp y que muestran desnudos o imágenes violentas. Este uso cotidiano provoca que la sociedad "normalice conductas violentas y que surja lo que conocemos como violencia simbólica. Incluso, se suavizan cosas que se pueden convertir en asuntos mucho peores, como la trata, la prostitución o la violencia sexual", ha apuntado. De esta manera, lo que se pretende con este nuevo proyecto es concienciar a la población navarra de que la trata de las mujeres es un problema real, mucho más cercano de lo que parece, y de que la violencia sexual está más que presente en la vida cotidiana. Por esto, el mensaje final pone el foco en acciones cotidianas que se dan especialmente entre jóvenes y que pueden contribuir a la normalización de esta violencia en el entorno digital. Estas acciones abarcan desde publicaciones y comentarios en redes sociales o hasta el consumo normalizado de la pornografía, a menudo violenta, desde edades tempranas —el 90% de los adolescentes ha visto porno alguna vez, y la media de edad a la que se empieza es a los 8 años—. Por otro lado, también incluyen la trivialización de la explotación sexual de las mujeres y niñas a través del sugar dating y plataformas de pago que generan la falsa percepción del control quienes participan.

La aceptación de estas conductas como algo normal nos insensibiliza frente a la violencia y la cosificación de las mujeres y niñas, y se perpetúan prejuicios como pensar que las mujeres empujadas a redes de prostitución y trata "se lo han buscado", "solo quieren dinero fácil" o "están ahí porque quieren". En ese sentido, Giménez ha apuntado que, a pesar de que la campaña pretende interpelar a toda la sociedad, se dirigen especialmente a la generación Z, debido a que son muy influyentes en las redes sociales y, con ellos, es posible difundir mensajes relacionados con la lucha contra la trata y ofrecerles formas de participar a través de organizaciones de eventos, campañas de sensibilización o recaudaciones de fondos.

“Y tú, ¿tienes algo que borrar?”

Acción contra la Trata presenta la campaña #Bórralo. Iñaki Porto

Con esta pregunta, la campaña invita al público a reflexionar "sobre nuestras propias acciones y la tolerancia que podemos llegar a mostrar hacia estas conductas, con el objetivo de concienciarnos sobre actitudes machistas de nuestro día a día que pasan desapercibidas y comprometernos a erradicarlas". El mensaje central, acompañado del hashtag #bórralo, pone de relieve "cómo nuestros smartphones se han convertido en un reflejo de nuestras vidas, y que lo que hacemos, decimos y compartimos a través de nuestras pantallas importa, se traslada a la vida real", ha comentado Giménez.

De esta manera, la campaña transmite un mensaje claro: “Si puedes borrarlo de tu móvil, bórralo de tu vida. Ayúdanos a combatir la cultura de la violencia sexual.” La campaña se desarrolla en tres fases. La primera fase se centra en la concienciación. La segunda fase, dedicada a la divulgación, incluye talleres presenciales en centros de educación formal y no formal. La tercera fase, dirigida a animar a la implicación activa de la ciudadanía, "transmitirá testimonios reales en primera persona, estableciendo la línea que conecta nuestras acciones diarias con las diferentes expresiones reales y cercanas de la violencia sexual", ha concluido.