La canción y videoclip del Nafarroa Oinez para este 2025 –que se celebrará en Atarrabia– se ha hecho con cabeza (buruz), con corazón (bihotzez) y en movimiento (oinez), con el objetivo de reivindicar el auzolan, hacer que toda la sociedad navarra baile y disfrute mientras pone al euskera y al pueblo de Villava/Atarrabia en el centro y, también, para recordar cuáles son las raíces y los orígenes de las ikastolas.
PRESENTACIÓN
En la presentación del videoclip, que ha tenido lugar esta mañana en la sede de las Ikastolas de Nafarroa, Iñaki Erroz, director de la Ikastola Paz de Ziganda, “la canción ha cumplido las expectativas: es alegre y bailable, reivindica el uso del euskera y recoge la trayectoria de la Ikastola Paz de Ziganda. Hace un recorrido de estos 60 años por las ikastolas que han impulsado tanto el euskera. Y tiene mucho mérito el resultado porque es un producto casero. Es una forma de proyectar la capacidad de la ikastola para proyectar canciones tan chulas como esta".
En lo que respecta al estilo, el músico atarrabiarra Igor Martínez –también ex alumno del centro– se ha decantado por una rumba y la letra ha corrido a cargo de la bertsolari lesakarra Estitxu Arozena.
REIVINDICACIONES
En palabras de Igor Martínez "hemos querido reivindicar la vitalidad y la fuerza que tiene la fiesta Oinez con velocidades y ritmos intensos, combinándolos con sonidos tradicionales. Queríamos producir una canción para conectar con ese niño o niña que ha estudiado en euskera". Asimismo, también le han dado la importancia que le corresponde al auzolan, motor de la ikastola. Por eso, en la grabación de la canción han participado más de 60 personas.
Entre los colaboradores se encuentran alumnos y alumnas, ex alumnos y ex alumnas, profesorado y padres y madres de la ikastola Paz de Ziganda. Anne Lukin (ex alumna), Maite Txurruka (ex alumna y profesora), los miembros de Motxila 21 Ainhoa Lizarraga y Andoni Zilbeti (ex alumnos), lonan Peñalver (ex alumno), Julen Leuza (ex alumno) Hutsun Txalaparta (ex alumnos Mikel Urrutia y Anai Gambra), el coro de la ikastola Paz de Ziganda y la coral de adultos Paz de Ziganda son algunos ejemplos de ello. Y junto a ellos, también han contado con la colaboración de “prestigiosos cantantes de Euskal Herria”, como Eñaut Elorrieta, Pirritx, Porrotx eta Marimotots, Claudia Rodíguez (Goxua 'n) Salsa), Imanol Viñarás (Raimundo el Canastero) y Oihana Fernández (Afu). En cuanto al resto de músicos, también acompañaron los vientos de Goxua 'n Salsa, el guitarrista Jorge Sánchez y el bajista Xanti Echeberria.
En lo que respecta a la canción y edición del videoclip, el encargado ha sido Diego Azanza, ex alumno de la ikastola Paz de Ziganda. De esta manera, durante el visionado se puede comprobar que prima la solidaridad y el auzolan y se refleja la inmensa comunidad que genera el euskera. Aparecen estudiantes, antiguos alumnos, docentes y padres y madres. Por otro lado, además del centro educativo, también se le da especial relevancia al pueblo que ha sido testigo de su crecimiento. "Porque nosotros también somos pueblo, hemos grabado en rincones significativos de Atarrabia, como el monte Ezkaba txiki y el puente de la Trinidad de Arre". Se trata de un lugar en el que aparecen Sugaar, Mikelats, Mari y Atarrabi, personajes mitológicos de los carnavales –también mencionados en la letra de la canción, junto a Motxila 21. "Queríamos que el viceoclip fuera muy intenso y colorido para que tuviera el sabor del ambiente que tiene la fiesta del Nafarroa Oinez", han declarado.
Por su parte, Estitxu Azkona quiso combinar "historia y leyenda, mundo y entorno, incertidumbre del futuro y fiesta" en la letra de la canción. Por un lado, se subraya explícitamente el mito de Atarrabi y la geografía y la aportación histórica de la ikastola. No obstante, a la hora de idear los versos, se dio cuenta de que no era muy conocida la figura de Paz de Ziganda, una mujer perteneció a la asociación Euskararen adiskideak, fue miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca y puso en marcha la Escuela Vasca de Pamplona en 1931. "Ahora se está reconociendo a las mujeres a las que habían ocultando poniendo sus nombres en calles o parques, pero la ikastola lo lleva haciendo desde el principio (primero, con la ikastola Uxue y después con Paz de Ziganda", ha comentado. De esta forma, el objetivo de la letra es claro: trazar un camino para "perpetuar nuestra lengua", ha concluido Arozena.