El Gobierno de Navarra ha aprobado, en su sesión de hoy, el Plan anual 2025 para la prevención, vigilancia y extinción de incendios forestales en la Comunidad Foral, diseñado para compatibilizar las medidas para evitar incendios con el mantenimiento de las actividades socioeconómicas que generan riesgo cuando la situación meteorológica lo permita, entre las que destacan las labores agrícolas y forestales con maquinaria.
El documento es el resultado del trabajo coordinado por los departamentos de Interior, Función Pública y Justicia y Desarrollo Rural y Medio Ambiente.
El Plan de 2025 mantiene la política que viene aplicándose desde 2022, cuando el Gobierno de España dictó el Real Decreto-ley 15/2022, que prohíbe el empleo de maquinaria en terrenos no urbanos que pudieran derivar en incendios cuando existe un índice muy alto o extremo. El índice se establece en función de distintas variables: temperaturas, viento o sequedad ambiental. Esta norma modifica la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes, con el objetivo de instaurar medidas de inmediata aplicación para hacer frente, con celeridad, a la situación actual de emergencia climática.
Las comunidades autónomas han tenido margen para adaptar las restricciones a sus peculiaridades locales. En el caso de Navarra, dado el impacto socioeconómico que suponen las limitaciones, el Ejecutivo foral mantiene un régimen de autorizaciones basado en las meteoalertas. Así, las actividades con maquinaria cuyo funcionamiento pueda generar deflagración, chispas o descargas eléctricas se permiten bajo determinados supuestos. Las quemas de rastrojos se organizan por zonas, a partir del 15 de septiembre y hasta el 4 de octubre, de forma que quede garantizada la vigilancia por parte del personal del Servicio de Bomberos de Navarra-Nafarroako Suhiltzaileak de Navarra.
Cabe recordar que la página web de prevención de incendios forestales en Navarra se actualiza diariamente según las predicciones meteorológicas y ofrece un documento resumen tipo FAQ (preguntas y respuestas más frecuentes), con las principales modificaciones de la normativa, las medidas preventivas según las actividades o las condiciones para el empleo de maquinaria en las actividades profesionales.
Análisis de la Estadística de Incendios Forestales
En Navarra, la cantidad de superficie quemada forestal y el número de incendios forestales anuales nunca ha sido constante, aunque como promedio se podría citar la cifra de unos 400 incendios y unas 1.000 hectáreas forestales quemadas al año, según el análisis estadístico recodio en el Plan aprobado hoy. El 30% de esa superficie forestal es arbolada.
Con carácter general, se puede afirmar que esa cifra sufre una tendencia general a aumentar. Cada vez son más frecuentes los incendios de gran tamaño y elevada gravedad, con gran riesgo de afectación a la interfaz urbano-forestal.
Es de destacar que en invierno se quema tanta superficie forestal como en verano. Sin embargo, su distribución en el territorio es totalmente opuesta: mientras los incendios de invierno se localizan en la vertiente atlántica, los de verano se producen en la montaña más continental o en la zona media.
Según el análisis de causalidad de incendios forestales en Navarra, en el periodo 2014-2024 (este último año son datos provisionales), el porcentaje en número de incendios tomando en consideración las causas, agrupadas por temáticas afines muestra un elevado porcentaje de incendios de causa desconocida y otro que se identifica como intencionado, entendiendo como tal el que interviene un factor humano buscando un fin cuya motivación es difícil de determinar. Si bien el porcentaje de incendios de causa desconocida es elevado (media del 43,25% para el periodo), analizando el parte de incendios correspondiente y el entorno donde se producen los incendios, se observa una motivación de mantenimiento del territorio libre de vegetación, bien sean con fines agrícolas, ganaderos, cinegéticos o paisajísticos. Relacionado con lo anterior, destaca igualmente el elevado porcentaje en número de incendios asociadas a quemas, utilizando el fuego como herramienta de gestión del territorio (14,08 %).