La vicepresidenta segunda del Gobierno de Navarra y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo, ha visitado esta mañana en Bera los trabajos de localización y recuperación de los búnkeres del franquismo, que un total de 24 jóvenes están llevando a cabo a través del programa Frontera fortificada en el Pirineo navarro/Muga gotortua nafar Pirinioan, organizado por el Instituto Navarro de la Juventud y el Instituto Navarro de la Memoria y el apoyo del Ayuntamiento de Bera.
El proyecto, que se desarrolla este año en Bera, y en un asegunda tanda con otros 25 jóvenes en Gorramendi-Otsondo (Baztan), se enmarca también en el programa ‘Escuelas con Memoria’, y tiene la finalidad de recuperar los búnkeres construidos y utilizados durante el franquismo en el Pirineo navarro a través de campos de voluntariado juvenil, que sirven a su vez como espacios de encuentro e intercambio de valores de respeto, paz, igualdad, solidaridad y ecología. A la visita también han acudido el director del Instituto Navarro de la Memoria, José Miguel Gastón, y el director del Instituto Navarro de la Juventud, Txema Burgaleta, además del alcalde de Bera, Aitor Elexpuru.
Cabe destacar que, por primera vez, este verano desde el Instituto Navarro de la Juventud se acreditarán las competencias adquiridas en los campos de voluntariado mediante un certificado para la empleabilidad juvenil, dónde se evalúan competencias como el trabajo en equipo, la escucha activa o la resolución de problemas a través de la Red Reconoce.
La vicepresidenta Ana Ollo ha resaltado la importancia de la transmisión de la memoria a las generaciones más jóvenes a través de su participación activa en trabajos de recuperación de espacios como los de la frontera fortificada. Asimismo, ha querido subrayar la importancia del protagonismo que la juventud debe tener en el compromiso de mantener viva la memoria de la violencia injusta del régimen franquista, en un contexto como el actual de auge de fascismos y posfascismos, que pretenden legitimar en nuestros días aquellas políticas del terror. “La memoria es un valor de futuro y la construcción de una sociedad democrática diversa y plural no puede basarse en extremismos, en el fascismo, en la violencia ni en la desmemoria”, ha afirmado.
El campo de Bera
El campo de voluntariado que se está desarrollado en Bera (Bortziriak / Cinco Villas) está dirigido a jóvenes de 15 a 17 años que provienen tanto de Navarra como de otras comunidades autónomas. Desde el 1 de agosto y hasta el próximo día 15, trabajan por recuperar una serie de búnkeres pertenecientes a varios centros de resistencia del franquismo desarrollado en el Pirineo navarro, concretamente, en el entorno del puerto de Ibardin y el monte Gartzin (406m), en la muga de Bera con la comarca de Xareta. Las y los 24 jóvenes participantes provienen de Andalucía, Aragón, Castilla y León, Catalunya, la Comunidad Autónoma Vasca, Madrid, Navarra y Comunidad Valenciana.
Así, las y los jóvenes están inmersos en la limpieza, la recuperación y la documentación de algunas de estas fortalezas, que controlaban la frontera hispano-francesa y el entorno del río Bidasoa. Un trabajo que se complementa con explicaciones sobre la construcción de todas estas fortificaciones, documentación de la época, nociones básicas del registro arqueológico y diferentes visitas y actividades de ocio.
Las labores de este año complementan las realizadas en 2020, cuando se limpió el observatorio de Peñarrata en el mismo monte Gartzin, junto al puerto de Ibardin. Dentro de la ruta que se creó, agrupada en las Rutas Fronteras de Hormigón, se incluyeron, además del citado observatorio y los barracones asociados a su construcción, una serie de pequeños nidos de ametralladora, al menos diez, a lo largo de la línea de frontera. Estos son los que se están recuperando en esta edición.
El Gobierno de Navarra reconoce el esfuerzo de estas y estos jóvenes que con su labor voluntaria disfrutan de un espacio de intercambio y encuentro entre personas de diferentes procedencias, para desarrollar un proyecto de interés comunitario, en el que además de compartir aprendizaje, actividades lúdicas y culturales, tienen la oportunidad de protagonizar una experiencia en valores de convivencia, solidaridad y tolerancia.
Se trata del noveno verano en que se llevan a cabo estos campos de voluntariado relacionados con la Memoria Histórica en torno a la Fortificación del Pirineo. Así, mediante el proyecto ‘La frontera fortificada’, desde 2017 se ha llevado a cabo la adecuación de diferentes búnkeres y barracones en Burguete, Igal / Igari, Erratzu, Bera, Lesaka, Eugui o Isaba / Izaba. Además, entre los días 16 y 30 de agosto, se llevará a cabo un campo de voluntariado de similares características en el monte Gorramendi y puerto de Otsondo, en Baztan. Los resultados de este trabajo forman parte del proyecto ‘Fronteras de hormigón’.
Proyecto Fronteras de Hormigón
El proyecto Fronteras de Hormigón, desarrollado en el marco de un convenio de colaboración con la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, consiste en la adecuación, limpieza y mantenimiento, señalización y balizamiento de las estructuras defensivas construidas por mano de obra forzada en el contexto de la fortificación de la frontera pirenaica, un megalómano proyecto del franquismo.
Fronteras de Hormigón arrancó con una exposición que propone un itinerario de memoria por dos infraestructuras defensivas, construidas durante la Segunda Guerra Mundial, que casi llegan a tocarse en la desembocadura del Bidasoa: el Muro Atlántico y la Fortificación del Pirineo. Estuvo abierta al público en Pamplona / Iruña, Bera, Elizondo, Estella-Lizarra, Isaba, Marcilla, Ochagavía / Otsagabia y Zizur Mayor / Zizur Nagusia, además de la UPNA y otros centros educativos; y también en Bruselas, así como en Portbou, Maule, Baiona y Oloron-Sainte Marie. Se prevé que en la segunda quincena de agosto la muestra esté abierta al público en el Centro de Referencia Histórica Olondo de Eugui.