La lluvia de oportunidades que le han aflorado en la última década no han sido recogidas por ahora con suerte. Más bien ha ido desaprovechando una tras otra, principalmente por sus adicciones a múltiples drogas y también por su carácter violento, con lo que se ha jalonado un importante historial delictivo. Fue de hecho condenado en 2016 a 8 años de prisión por dar continuas palizas a su pareja, además de sumar antecedentes por robo, hurto y maltrato a otra pareja anterior.

Sea como fuere, esta mañana, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra, este acusado, Jorge Alejandro D.J., de 30 años, origen portugués y vecino de La Rioja, a la vez que aceptaba otra condena importante, ha usado su turno de última palabra para volver a pedir una nueva ocasión. "Quería decir que yo no era consciente cuando hice eso porque lo estaba pasando mal en la calle. Pero ahí están mis huellas y todo y soy culpable. Pero pido que me den una oportunidad de reinsertarme y poder hacerlo en la UTE (Unidad Terapéutica de Tratamiento) de la prisión de Logroño. Siento lo que ocurrió y pido perdón".

El hombre, que se encuentra en prisión provisional, ha pronunciado este discurso después de que la Audiencia le haya condenado a 4,5 años de prisión por haber robado entre junio y octubre de 2021 en bajeras, garajes y coches de los barrios de Txantrea y Rochapea y en un despacho jurídico de la avenida Zaragoza de Pamplona. Le han aplicado la atenuante de drogadicción.

El acusado actuó en compañía de otras personas que no han sido identificadas y comenzó a cometer los robos a finales de junio. Entró en una bajera del barrio de la Txantrea, en la que se apoderó de diversos objetos como cascos, arneses de escalada, pies de gato, dos tablas de snowboard y un robot roomba, todo ello valorados en 1.775 euros.

La noche siguiente se introdujo en otro trastero de la calle Las Provincias del barrio de la Rochapea de Pamplona tras forzar mediante un apalancamiento la puerta. De allí pasó a la vivienda anexa, donde se apoderó de un ordenador, auriculares ipood, un taladro y 545 euros en billetes cuando lo sustraído está valorado en 550 euros.

En fechas similares, a través de la ventana del baño que rompió, accedió a un despacho jurídico en la avenida Zaragoza, donde fracturó varios armarios, causó diversos daños en dos fotocopiadoras y se apoderó de 200 euros. Ocasionó daños por 320 euros.

Días más tarde, en la noche del 22 al 23 de octubre de 2021, el procesado se introdujo en un garaje comunitario de la calle Rodrigo Ximénez de Rada de la Rochapea. Ahí fracturó las ventanillas de tres vehículos, donde sustrajo gafas, catalejos, palos selfies, linternadas, cajas de herramientas y un abrigo.