Las obras de reurbanización del paseo de Sarasate comenzarán en diciembre y marcarán el inicio de una de las intervenciones urbanas más importantes de los últimos años en Pamplona.
Con una inversión de más de 15 millones de euros y un plazo de ejecución de 18 meses, el proyecto pretende redefinir este emblemático eje que une el Casco Antiguo con el Ensanche, transformándolo en un espacio peatonal accesible, moderno y abierto a nuevos usos culturales y ciudadanos.
La actuación afectará a una superficie de 24.000 metros cuadrados que incluye no solo el paseo de Sarasate, sino también las calles aledañas de García Castañón, Alhóndiga y Vínculo, la acera este de Yanguas y Miranda hasta la calle Estella, Fernández Arenas y San Ignacio frente a los jardines del Palacio de Navarra. Se trata, en definitiva, de una remodelación integral del corazón urbano de la capital navarra.
La UTE, conformada por Construcciones Mariezcurrena SL y Guillén Obras y Proyectos SL, ejecutará el proyecto ‘Isolíneas’, que plantea un paseo en plataforma única, sin barreras arquitectónicas, con itinerarios diagonales que conectan directamente las aceras norte y sur. La obra de los equipos Vi17 Arquitectura, OAB (Office of Architecture in Barcelona) y OKRA Landscape Architecten, persigue un objetivo claro: devolver al espacio su papel de punto de encuentro entre los dos grandes tejidos de la ciudad y potenciar su carácter de lugar de tránsito y estancia a partes iguales.
El nuevo paseo estará pavimentado con losas de granito de diferentes formatos, acabados y texturas, que aportarán dinamismo al conjunto y delimitarán zonas de paso y descanso. El arbolado actual se mantendrá e integrará en el diseño mediante plataformas y bancadas que lo rodearán, generando áreas de sombra y descanso a modo de gradas. El eje central quedará como un espacio libre, pensado para acoger eventos y actividades culturales al aire libre.
Además de la transformación estética y funcional, las obras servirán para renovar las redes subterráneas y modernizar los servicios urbanos, incluyendo la instalación del sistema de recogida neumática de residuos en colaboración con la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. La intervención se ha concebido como una oportunidad para actualizar infraestructuras y mejorar la eficiencia del conjunto, reduciendo el impacto de futuras actuaciones.
El proyecto incluye también actuaciones simbólicas y artísticas. En el entorno de la estatua de los Fueros se grabarán en el granito los nombres de todas las localidades navarras, agrupadas por merindades, reforzando el valor identitario del espacio. En el extremo opuesto, frente al Parlamento de Navarra, se instalará el “Monumento al prisionero político desconocido”, de Jorge Oteiza, y se incorporará una nueva escultura figurativa dedicada al violinista Pablo Sarasate, dando nombre y sentido al paseo.
La iluminación del conjunto será completamente renovada. Se recuperarán parcialmente las farolas de las cruces de San Andrés y los báculos de San Fermín, que se combinarán con nuevos puntos de luz integrados en bancos, parterres y recorridos peatonales. En la acera sur se concentrarán los principales servicios: paradas de transporte urbano, aseos autolimpiables y mobiliario de diseño adaptado a la estética del nuevo paseo. Con el proyecto “Isolíneas”, Pamplona busca mucho más que una reforma estética: pretende revalorizar un espacio histórico, hacerlo más accesible y sostenible, y adaptarlo a una ciudad que evoluciona hacia un modelo urbano más humano, eficiente y conectado.
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