"¡Que le meto dos yoyas que le van a temblar hasta las orejas!". Fue una de las frases que usaba frecuentemente Carlos Navarro en sus apariciones televisivas y durante su participación en ‘Gran Hermano’ en la edición del año 2001. Durante su paso por el programa ya dejó muestras de su carácter violento e incontrolable que luego sufrió en sus propias carnes Fayna Bethencourt, la que se convirtió en su pareja durante y después del 'reality'.

Ayer, en 'Viajando con Chester', la canaria relató el infierno de malos tratos que vivió durante los 16 años de relación con Navarro, condenado en enero de 2018 a cinco años y ocho meses de prisión y que actualmente se encuentra en busca y captura.

"Me enamoré de un tío que me hablaba muy bien de su familia. De un tío que ayudaba a las señoras a subir la compra. Pensaba que el rebelde sin causa con una infancia complicada no había conocido el amor verdadero hasta que me conoció a mí, porque también te ves en esa moto. Era el complejo de salvadora", relató Fayna ante la atenta mirada de Risto Mejide.

Admitió que su paso por GH "nos condiciona mucho, porque nos aislamos. El maltratador es una de las cosas que hace. Conmigo lo tuvo fácil porque mi familia estaba lejos".

Al acabar el programa se fueron a vivir juntos y el “monstruo” no tardó en aparecer, aunque lo hizo de forma paulatina. "Estábamos en la fase de luna de miel. El maltratador no entra de golpe (...) Las agresiones más brutales fueron al final de la relación. Al principio empezó con toques: apretón de manos, pisotones con el talón... Eran pequeños toques de atención. Perdón no me decía y si lo decía era 'esta reacción mía lo has provocado tú'. Y con esa respuesta violenta ante lo que él dice, empiezas a modificar tu comportamiento", comentó.

“Siempre tuvo cuidado de no dejarme marcada la cara”

Durante la entrevista, Fayna reconoció que fue consciente de la situación cuando las agresiones empezaron a ser más violentas y comenzó a defenderse y a responder al maltrato. "Llega un punto de inflexión bastante duro y es una agresión física muy dura en el que me agrede físicamente de una forma brutal. Todo eso se relató en una sentencia. Me deja el cuerpo lleno de moratones. Siempre tuvo cuidado de no dejarme marcada la cara (...) Es difícil porque a veces parece que hablo de otra persona. ¿Cómo pude perder el control de mí misma de esa manera? Me he dado cuenta de que hay un paralelismo en una relación de maltrato con el de una secta", contó.

Tras 16 años, Fayna se atreve a denunciar por primera vez a ‘El Yoyas' tras una serie de mensajes de whatsapp y de audio a sus hijos. "Viene mi hija y veo a la niña blanca. 'Mamá, mira lo que ha puesto aquí. Y cuando mi hija me dice 'mira lo que ha dicho' y es un mensaje de índole sexual super fuerte digo 'Se acabó'. Y pongo la primera denuncia en base a eso".

Sin embargo, poco después retiró la denuncia. “¿Por qué lo hiciste?”, le preguntó Risto. "Porque él lo pidió" y "por pena", respondió la canaria, que más tarde volvió a denunciarle después de que Navarro se desplazara a Gran Canaria para ver a sus hijos por su cumpleaños y volviera a amenazarla gravemente.

Fayna actualmente se encuentra volcada en sus hijos y en dar visibilidad a la violencia de género que padecen muchas mujeres.