El Captur dio con la fórmula magistral de los crossover pequeños. Su propuesta de automóvil con esencia de turismo y disfraz de todoterreno triunfó en 2013, cuando los SUV parecían una moda y no la categoría de vehículos en la que se han convertido. Puede que dar primero equivalga a dar dos veces, pero en el mundo del automóvil supone también que los que vienen por detrás te acabarán superando. Es lo que le ha sucedido a Renault, que ahora reclama la revancha con una segunda generación de Captur dispuesta a meter miedo a la competencia. Estará a la venta a comienzos de 2020.

El proyecto Captur pasa por ser la derivada SUV del Clio, hipótesis reforzada por la progresión paralela que experimentan los sucesores de ambos, listos para pisar las calles. Uno y otro son palabras mayores en comparación con sus antecesores. En el caso del crossover, el salto de calidad y cantidad es, si cabe, más evidente.

El Captur que viene no solo cambia el discurso estético para adecuarlo a los nuevos cánones vigentes; se contagia un poco más del estilo SUV, estrechando así vínculos con el Scenic. También incrementa sus proporciones y, de paso, su versatilidad. La remesa en la recámara, erigida sobre la misma plataforma que el moderno Clio, prolonga 11 centímetros su longitud y alcanza una eslora total de 4,23 metros. La distancia entre ejes, determinante para garantizar una buena habitabilidad, no crece en la misma proporción y solamente gana 2 cm. (pasa de 2,61 a 2,63 m.).

La generación venidera respetará la posibilidad de solicitar pintura bitono, una de las señas de identidad del modelo que luego han sido imitadas. A fin de seguir propiciando la personalización, Renault va a plantear un completo muestrario de complementos internos y externos, gracias al cual se obtienen noventa combinaciones distintas del vehículo.

Diferente es también la configuración interior del Captur, que como el Clio, sigue el ejemplo de sus mayores. Ofrece la opción de disponer de un cuadro de mandos con instrumentación digital. Asimismo, brinda el sistema multimedia Easy Connect, que incluye una gran pantalla táctil, tipo tableta, presidiendo el salpicadero. Se ofrecerá en tres modalidades: pantalla de 7 pulgadas sin navegación, y de y 9,3 pulgadas con navegación.

El modelo asumirá la última tecnología Multi-Sense, que permite individualizar la experiencia de conducción. Hace posible regular a demanda del usuario la cartografía del motor, el tacto de la dirección, el ambiente luminoso a bordo y la configuración de la pantalla digital que sustituye a los contadores tradicionales.

El muestrario motriz inicial puesto al servicio del Renault Captur contempla un abanico con cinco candidatos. Lo integran dos diésel 1.5 Blue dCi (con 95 y 115 CV) y tres TCe de gasolina (1.0 de 100 y 1.3 con 130 o 155 CV). Se combinan con caja manual de cinco y de seis velocidades o automática de doble embrague con siete relaciones. Esa asociación permite cumplir con los requisitos medioambientales de emisiones más exigentes.