brasil - La ciudad de Amarante, en el noreste de Brasil, vivía el martes un curioso episodio cuando dos atracadores entraban en una farmacia para robar la recaudación. Pero en el establecimiento, además del encargado, también se encontraba una anciana a la que no solo no le robaron su bolso sino que, además, uno de los ladrones besó en la cabeza. Los dos ladrones armados entraron en el local y obligaron a la dependienta a sentarse con las manos en la cabeza. Mientras uno de ellos le apuntaba con el arma, el otro se dedicó a buscar el dinero y, después, a llevarse diversos objetos de la tienda.