Dartavius Barnes, un estadounidense afroamericano, demandó al cuerpo de Policía de Springfield, en Illinois (EEUU), después de que hubiera sido detenido y esposado por, supuestamente, estar en posesión de droga. Los agentes que llevaron a cabo el procedimiento encontraron un pequeño recipiente de metal en el vehículo de Barnes y concluyeron que contenía una sustancia prohibida.

Los hechos fueron registrados por una de las cámaras corporales que llevaba uno de los agentes. En el vídeo se puede ver a Barnes esposado y sentado en la parte trasera de un coche patrulla. Los policías le pidieron permiso para registrar el coche, a lo que Barnes accedió y, poco después, uno de los agentes dijo: “Esto estaba en la parte central del vehículo”. Se trataba de un pequeño cilindro metálico con una sustancia en el interior. “Al principio pensé que era heroína, luego busqué cocaína, pero parece que, probablemente, sea éxtasis”, comentó uno de los policías.

Barnes, sin embargo, se apresuró a confirmar que, en realidad, los agentes estaban muy equivocados: “No, no, no, hermano, ¡esa es mi hija!”. La menor, que se llamaba Ta’Naja, era hija de Barnes y había fallecido en febrero de 2019, víctima de un descuido y por falta de alimento. La madre de la niña y su pareja fueron declarados culpables del asesinato y condenados a varias décadas de prisión.

Tras su detención, Dartavius Barnes decidió interponer una demanda contra los policías que habían confundido las cenizas de su hija con droga. En su denuncia, Barnes acusa a los agentes de abrir el recipiente sin su consentimiento y de derramar parte de las cenizas durante la búsqueda.