Comer fruta está dentro de la dieta habitual de una persona que lleva una vida saludable, pero es complicado entender que el consumo de las mismas sea tan beneficioso para ciertas enfermedades.

El farnesol es un compuesto que se encuentra en las frutas. Este ha sido probado en ratones, y se ha podido comprobar que ayuda a prevenir la muerte de neuronas.

Estas neuronas son las que producen la dopamina en el cerebro y que a su vez desactivan la proteína clave que desarrolla el párkinson.

Gracias a este descubrimiento, los investigadores esperan que se haga uso de la capacidad del farnesol como parte de las nuevas intervenciones de la enfermedad.

“Nuestros experimentos mostraron que el farnesol previno significativamente la pérdida de neuronas de dopamina y revirtió los déficits de comportamiento en los ratones, indicando su promesa como un potencial tratamiento farmacológico para prevenir la enfermedad de Párkison” dijo el director del Instituto Johns Hopkins de Ingeniería Celular.

Para conocer la efectividad, los investigadores alimentaron a un grupo de ratones con una dieta basada en alimentos que contenían farnesol. Mientras que a otro grupo de roedores se les dio comida sin ese componente.

Los expertos llevaron a cabo el estudio de dos maneras distintas. Por un lado, realizaron una prueba de fuerza y coordinación. En ella, los ratones del primer grupo tuvieron mejores resultados que los del segundo.

El siguiente paso fue estudiar el tejido cerebral de los roedores. Aquellos que habían consumido farnesol tenían el doble de neuronas dopaminérgicas sanas que los ratones que no habían seguido una dieta rica en el componente señalado.

A pesar de que el farnesol se produce de manera natural, también se puede encontrar de forma sintética. Si bien es cierto, se desconoce la cantidad de este componente que se puede obtener por medio de las frutas, ni tampoco cuáles serían las dosis recomendables en humanos.

Aunque aún quede un largo camino para que se vuelva parte de posibles fármacos, los investigadores esperan que el farnesol pueda llegar a ser parte de tratamientos, que no solo puedan prevenir, sino que también reviertan el daño cerebral a causa del párkinson.