Científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) y de la Universidad de Purdue (Estados Unidos) han creado el transistor más pequeño del mundo, formado por un único átomo de fósforo. Según los expertos, este logro "abre un importante camino" de cara a los ordenadores y otras tecnologías del futuro. En este trabajo, publicado en Nature Nanotechnology, los investigadores han combinado técnicas ya utilizadas en la producción industrial de semiconductores clásicos, como el microscopio efecto túnel, para lograr posicionar un átomo de fósforo en una capa de silicio, el material predilecto de los chips informáticos. De este modo, han podido definir un grupo de seis átomos de silicio y reemplazar uno por un átomo de fósforo, con una precisión superior a medio nanómetro (un nanómetro es un millón de veces más pequeño que un milímetro). Los científicos señalan que, hasta ahora, la precisión lograda para tales operaciones era del orden de los 10 nanómetros, un margen de error que el estudio define como "muy importante" dentro de la escala atómica. La autora del proyecto, Michelle Simmons, apunta que el átomo de fósforo cumple el rol de transistor, como los que son utilizados en la electrónica clásica. "Puede servir por ejemplo como interruptor o amplificador de una señal eléctrica", indica. Además, destaca que este transistor atómico conservaría una parte de sus propiedades cuánticas, lo que abre el camino a otras aplicaciones.