El pasado 27 de agosto, viernes, falleció en Pamplona, víctima de una dura e incurable enfermedad, Agustina Olcoz Itoiz, profesora del Colegio FEC Vedruna, situado en la calle San Fermín de esta capital.

Agus, así le gustaba que le llamásemos, nació el 10 de septiembre de 1959 en Pamplona y en esta ciudad vivió su infancia y juventud disfrutando de sus diferentes tradiciones y festejos como solo ella sabía hacerlo: pañuelico rojo al cuello y la música vibrando en sus venas y en su corazón. Era una apasionada de los Sanfermines y de sus venerados Santos San Fermín y San Francisco Javier. Fue alumna del Colegio FEC Vedruna (Carmelitas) desde su niñez y, tras estudiar Magisterio en Soria, volvió al colegio esta vez como profesora de Infantil y Primaria; tarea que ha desempeñado hasta la actualidad. Al tiempo de estar trabajando en nuestro colegio, estudió Audición y Lenguaje en la Universidad de Navarra, muestra de su inquietud e interés por formarse y actualizarse.

Desde hace veintinueve años vivía con su marido, Jesús Zubieta, en el pamplonés barrio del Segundo Ensanche. Fruto de este matrimonio han sido sus dos hijas: Irati y Leire. Su enfermedad y fatal desenlace nos han dejado un dolor profundo y un sentimiento de incomprensión que nos provocan los dolorosos avatares de la vida. Cualquier muerte es lamentable, pero la de Agus especialmente ya que se ha marchado demasiado pronto, a los 61 años, después de haber luchado con todas sus fuerzas contra la enfermedad y de haber demostrado un ánimo admirable. Los diferentes mensajes y muestras de cariño que hemos recibido estos días son testimonio del afecto que muchísimas personas le profesábamos.

Algo de ella estuvo siempre a la vista de todos: su fuerza, su sentido de la justicia, su valentía, su pasión por la enseñanza, su cercanía, su compromiso, su disponibilidad, su alegría y buen hacer. Vivió y actuó con el talante y el entusiasmo del que siente su profesión como vocación, guiándose por el estilo pedagógico de Santa Joaquina de Vedruna, por la que sentía especial devoción. En su centro de trabajo hemos sido testigos de una tarea realizada con minuciosidad, profesionalidad y mucho amor. Siempre preocupada por todos y cada uno de sus alumnos y alumnas, queriéndolos, guiándolos, innovando, renovándose, ilusionándose, inspirando…todo un referente para muchos educadores.

Hay que destacar también su labor como miembro del Equipo de Pastoral del colegio, donde trabajó, al igual que en su parroquia, por seguir la estela de Joaquina de Vedruna y su referente Jesús de Nazaret. Se esforzó por conocer y presentar una religiosidad acorde con los parámetros culturales de la actualidad. Estaba en todo y por todo le estamos agradecidos.

Su familia, sus amigos, el grupo de scouts y todos sus compañeros y compañeras de trabajo sentimos de corazón su ausencia. El árbol de esta Comunidad Educativa ha perdido una raíz de gran valor, un puntal fuerte sobre el que se apoyaba, pero también ha sembrado mucho, ha creado nuevas ramas dejándonos un legado maravilloso y rico en pasión, fuerza, alegría y amor (“amor y más amor que nunca dice basta”).

Agus, compañera y amiga, te has ido y este comienzo de curso se nos va a hacer difícil no poder disfrutar de tu sonrisa, pero damos gracias a la vida por haberte conocido, vamos a sentir esa huella Vedruna tan grande y bonita que nos has dejado. Nunca te olvidaremos, ha sido una suerte tenerte a nuestro lado, seguiremos tu vestigio, pervivirás para siempre en nuestro recuerdo. Descansa en paz.

Cristina Alonso y Pedro Miguel Ansó, profesores del Colegio FEC Vedruna de Pamplona en representación de toda la Comunidad Educativa.