- El Prefecto de la Secretaría para la Economía del Vaticano, el jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves, presentó ayer el balance económico del estado pontífico correspondiente al 2019 que evidencia un déficit de 11 millones de euros, con 307 de ingresos y 3018 de gastos. El portavoz aludió las pérdidas a "errores de gestión en el pasado" e incluso "engaños", y defendió que la misión de la Santa Sede no es lucrativa.

"Creo que estamos aprendiendo de los errores del pasado o de la imprudencia, pero ahora se trata de acelerar el impulso decisivo e insistente del Papa en el proceso de transparencia interna y externa, de control y colaboración entre los distintos departamentos", manifestó el sacerdote español en una entrevista con los medios de comunicación del Vaticano.

Además, añadió: "Ciertamente podemos equivocarnos o ser estafados, pero me parece más difícil que esto suceda cuando colaboramos y actuamos con competencia, transparencia y confianza entre nosotros". La presentación del informe sobre la situación económica de la Santa Sede coincide con varios escándalos financieros como el caso de la compra opaca de un edificio de lujo en Londres que ha salpicado y forzado la dimisión del ex prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Giovanni Angelo Becciu.

Guerrero quiso dejar claro que dicha compra no se efectuó con dinero del Obolo de San Pedro, el fondo que recoge las donaciones de los fieles para las obras de caridad del Papa, que precisamente tendrá lugar este domingo. A este respecto aseguró que en 2019 el dinero recibido de este modo cubrió el 32% de los gastos de la misión apostólica de la Santa Sede, si bien precisó que los gastos relativos a su estructura y sus servicios "están cubiertos por fondos propios".

"La recaudación del Obolo llegó a 53 millones de euros en 2019, de los que 10 millones se donaron para fines específicos", desglosó Guerrero. De este modo señaló que es "imprescindible" llevar a cabo una política de transparencia externa y de comunicación capaz de trasmitir con precisión "como se utiliza el dinero que recibimos y administramos". "La economía de la Santa Sede debe ser una casa de cristal, los fieles tienen derecho a saber cómo se usan los recursos", afirmó.

En cuanto a la adecuación de la Santa Sede a los estándares de transparencia, Guerrero explicó que se está implantando un sistema para centralizar las inversiones y crear un solo departamento de compras. En noviembre de 2018, el Papa pidió a Guerrero y al coordinador del Consejo para la Economía, el cardenal Reinhard Marx, que las inversiones fueran centralizadas: "Nos estamos moviendo poco a poco en esta dirección", aseguró Guerrero, a pesar de que todavía están "discutiendo modelos" y "es probable" que a finales del presente año o inicios del próximo se cumplan "pasos definitivos".

"La centralización permitirá sin duda una mayor transparencia y un control más preciso, además de dar la posibilidad de invertir de forma unitaria, siguiendo la doctrina social de la Iglesia, con criterios éticos y sostenibles", concluyó.

Según el balance presentado, el Vaticano ingresó durante 2019 un total de 307 millones de euros y contrajo gastos de 318 millones, lo que muestra un déficit de 11 millones que, no obstante, resulta inferior a los datos del 2018, cuando el déficit alcanzó los 78 millones.

En concreto, 46 millones se gastaron en el Dicasterio de Comunicación, lo que supone un 22% del total. Esta inversión comprende el apoyo a iglesias locales y campañas para difundir el mensaje del Papa. La inversión en nunciaturas Apostólicas (embajadas papales) llegó a 43 millones, lo que supone un 21% del total, mientras que la Evangelización de los Pueblos se llevó en 2019 una inversión de 22 millones, lo que supone un 11% del total.

Las arcas del Vaticano observaron un incremento total en 2019 de 307 millones resultado de la venta por 15 millones de euros de un inmueble propiedad de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica; de ganancias por valor de 68,1 millones en diversas inversiones financieras; la inversión por valor de 30.9 millones en inmuebles ubicados en Roma y un aumento de liquidez en pasivos financieros por valor de 60,7 millones.

Designación episcopal en China. El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo y dos representantes de la Santa Sede, el portavoz Paul Gallagher y el cardinal Pietro Parolin, confrontaron ayer oficialmente posiciones sobre China y el acuerdo para designar obispos. La sala de prensa de la Santa Sede matizó que las conversaciones se desarrollaron "en un clima de respeto, distendido y cordial". Lo cierto es que, a pocos días de un nuevo pacto entre el Vaticano y China para la designación de obispos, Pompero criticó que "el Vaticano pondría en peligro su autoridad moral si renovase el acuerdo con el Partido Comunista".