La presidenta socialista de Baleares, Francina Armengol, protagoniza un nuevo capítulo del enfrentamiento político en plena pandemia. Cs la acusa de tener una "doble moral" y el PP de violar las restricciones a la movilidad al estar de copas a las dos de la madrugada. Y por supuesto piden su dimisión.

Ella asegura que a eso de la 1 de la madrugada, tras una cena de trabajo con su gabinete, su director general de Comunicación sufrió un desmayo y entró en el local llamado Hat hasta que se recuperó, mientras ella permanecía fuera del establecimiento.

No obstante, el dueño del local, que estaba abierto más allá de las 2 de la madrugada (tiene autorización hasta la 1), argumenta que no cerró "porque dentro había una autoridad".

En el hecho se mezcla una crítica política, una supuesta irresponsabilidad y una justificación del hostelero -sancionado ya varias veces por incumplir los horarios- para no ser multado de nuevo. Y en medio la Policía Local.

EN ESPERA DEL ATESTADO POLICIAL

Agentes policiales acudieron al local y abrieron un expediente al dueño del bar. El atestado policial es el que debe de contener todos detalles de los sucedido. Pero antes de conocerse informe de los agentes, Govern y oposición ya se han enzarzado con acusaciones de "doble moral" y recordando a la presidenta sus palabras pidiendo "sacrificios" a la población.

Lo que parece probado en esta historia es que la presidenta olvidó los "sacrificios" e hizo gala de una conducta poco ejemplar, incluso si demuestra que todo fue provocado por el desmayo de su colaborador. Ahora es el blanco de PP y Cs, que no tardarán en pedir su dimisión.