El Parlamento de Navarra ha aprobado la reforma parcial de los Presupuestos para permitir un tratamiento más ágil de todo lo que tiene que ver con fondos europeos.

PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E han votado a favor de una iniciativa del Gobierno que incorporaba una serie de cambios casi obligados por la celeridad con la que habrá que acometer todas las actuaciones que se desarrollen con el dinero de Europa.

Navarra Suma, único partido en contra, ha vuelto a aprovechar el debate para hacer una enmienda a la totalidad de la consejera de Hacienda, Elma Saiz, a quien ha reprochado las cifras de desempleo o incluso la bajada en algunos ratios de aprobación ciudadana en un debate que no tenía demasiado que ver con el objeto de la reforma que se estaba analizando.

El Ejecutivo ha sacado adelante estos cambios, que tienen que ver con la redenominación de algunas partidas, con la posibilidad de transvase de fondos entre partidos o con algunas habilitaciones especiales para ayuntamientos, después de haber alcanzado un acuerdo con EH Bildu en un punto muy concreto.

Ese por el que se ha accedido a eliminar uno de los puntos de la reforma que permitía, excepcionalmente, aumentar el límite de deuda para adelantar el dinero de los proyectos de los fondos React (con 148 millones para Navarra, una de las patas de todo el mecanismo de apoyo de la UE), ejecutarlos y después compensar ese desfase con el dinero que llegue de Europa. Finalmente, y como la cuantía es asumible (Navarra ejecutará 29 millones este año de los fondos React, de los que 19 ya tienen presupuesto), el Gobierno pagará los 10 millones restantes con fondos propios del remanente de tesorería. Para ello, Hacienda presentará una serie de leyes de habilitación de crédito, y todas ellas quedarán sujetas al control parlamentario.

En cualquier caso, lo que ha explicado la consejera Saiz en la exposición del proyecto es que el Gobierno necesita poder ejecutar pronto todos los proyectos, porque las fechas son tempranas: los 148 millones de los React tienen que estar ejecutados en junio de 2023, y el resto de fondos Next Generation, cuyo importe para Navarra todavía ni siquiera se conoce, para 2027.

Saiz dijo que lo que se pretende es agilizar, algo que no está reñido con el control y la fiscalización de estos fondos, que va a existir y que va a ser exhaustiva. Lo dijo en respuesta a María Jesús Valdemoros (Navarra Suma), a quien Saiz reprochó falta de unidad y que busque un "enemigo permanente". "Si el concepto de unidad que tiene Navarra Suma es el que se ha visto esta semana en su coalición", ha apuntado la consejera con algo de colmillo político y pensando en el encontronazo entre UPN y Cs a cuenta del autogobierno, "nosotros no queremos esa unidad".

Ainhoa Unzu, del PSN, apoyó a su consejera y razonó que "Europa exige agilizar y que los trámites no sean impedimento para cumplir los plazos". Por esta razón, "es necesario adoptar una serie de medidas específicas para ser ágiles, eficientes y eficaces".

Mikel Asiain, de Geroa Bai, ha coincidido en la necesidad de agilizar trámites, pero subrayó la necesidad de que no se produzca una "laxitud" en el control. Ha subrayado, también, el hecho positivo de que la reforma incluya un punto específico para trasvase de partidas entre entidades locales, que tendrán mucho que decir en la ejecución de fondos europeos.

Adolfo Araiz, de EH Bildu, intervino desde la tribuna al considerar que el debate tiene "la enjundia suficiente". Hizo un repaso de las medidas de la ley y se detuvo específicamente en explicar el punto clave de su acuerdo con el Gobierno, ese que ha propiciado la aprobación del decreto, porque "había que buscar una fórmula para que no se iniciara la ejecución hasta tener las garantías de que ese dinero va a llegar de Europa".

Las intervenciones de Ainhoa Aznárez (Podemos) y Marisa de Simón (I-E) prácticamente se limitaron al anuncio de su voto a favor.