Alberto Núñez Feijóo ha visitado Pamplona para agradecer a los afiliados de Navarra su apoyo de cara al Congreso del próximo fin de semana que lo elegirá presidente del PP.

Ha sido un discurso enlatado de 40 minutos en el que Feijóo ha hablado sin apenas pausas, en el que casi no ha mencionado a Navarra (solo en un par de ocasiones) y en el que se ha centrado en subrayar con insistencia la importancia que tiene que al PP vuelvan los votantes que se fueron a Vox y que se acerquen los socialistas descontentos con el PSOE.

Ha sido un discurso vertiginoso, por momentos complejo y demasiado técnico, en el que ha hablado mucho de Galicia y de propuestas económicas que se ven quizá lejanas teniendo en cuenta que el PP está en la oposición.

De Navarra no ha dicho prácticamente nada. Al comienzo, ha hecho un guiño sobre que él, al venir de Galicia, conoce muy bien el "chantaje" de los nacionalistas que obligan a elegir entre identidades "como si hubiera que elegir entre mamá o papá". Y justo al final, en la última frase de su largo discurso, ha dicho que está convencido de que "Navarra puede volver a ser una tierra modelo".

Su discurso ha sido totalmente en clave estatal y en clave interna, hacia ese gran espacio electoral que es el de los votantes de derechas.

Ha hablado al espectro de la derecha, a ese espacio casi mítico "de 11 millones de votos" a los que hay que "ilusionar" para que vuelvan al PP.

Sin menciones directas, ha dicho que el partido tiene las puertas "abiertas" a quienes "se marcharon" y confiaron en el "populismo", en referencia a Vox, y también a quienes sin votarles nunca están defraudados "con los que recibieron su voto siempre". "El PSOE de González no existe", ha ilustrado.

"Vamos a ofrecer un pacto a los españoles: gobernar para todos. España es diversa, plural, descentralizada. Se puede mejorar la política y se puede tener un Gobierno mejor, con sosiego, con la razón, con templanza y las puertas abiertas", ha concluido.

Por Navarra ha hablado José Suárez, secretario general del PP foral. Ha sustituido a Ana Beltrán, ausente porque ha fallecido su madre, tal y como ha revelado el propio Suárez.

No se le ha visto muy suelto al secretario general, que en una intervención corta de apenas ocho minutos ha hecho una tímida defensa de Navarra Suma como plataforma que ha aunado a los constitucionalistas. Un detalle a tener en cuenta en tiempos en los que la coalición vive sus peores momentos, con la crisis de UPN en ebullición y Cs en retirada.

En conclusión, discurso pret-a-porter, enlatado y muy en clave interna, pensando en reconstruir la derecha de cara al ciclo electoral. Pero sin menciones a Navarra, por la que Feijóo ha pasado de largo.