pamplona - La consejera de Educación del Gobierno de Navarra, María Solana, señaló ayer que dio “un apoyo absolutamente rotundo” al anteproyecto de reforma de la Lomce al considerarlo “bueno, necesario y que podía haber venido a solventar muchos problemas”. Así lo indicó en una comisión parlamentaria, a petición de EH Bildu, en la que sostuvo que la Lomce “no es un modelo para nada y, desde luego, menos todavía como modelo de participación”. Des este modo, añadía que “es una gran pena” la disolución de esta legislatura ya que “la ley requería una forma, un contenido, y debía debatirse” en el Congreso de los Diputados.

Por su parte, el director general de Educación, Roberto Pérez, señaló que Navarra había defendido que el mundo educativo necesitaba un pacto y una “estabilidad legal educativa para poder conseguir que nuestro sistema y profesorado tengan una ley de referencia”. Asimismo transmitió, en su momento, que era “prioritario” derogar la Lomce “para evitar aquellos problemas que está provocando en el sistema educativo”. Pérez expuso que, por parte de los representantes navarros, en las diversas reuniones celebradas se pidió que “todos” los centros incluyeran, en todas las etapas educativas, la educación para la eliminación de todas las violencias contra mujeres y niñas, el aprendizaje de nuevos modelos de masculinidad y feminidad igualitarios, respeto a las identidades, culturas, sexualidad y su diversidad. Posteriormente explicó, en orden cronológico, el proceso de participación en este anteproyecto que se abordó por 1ª vez en una reunión celebrada el 29 de noviembre de 2018, donde se les planteó cómo se iba a trabajar y los plazos para poder hacerlo. Entonces, se explicó la necesidad de que tenía que hacerse “con premura” para conseguir que pudiese entrar en funcionamiento para el curso 2020-21. Desde Navarra mostraron su acuerdo con los plazos previstos -porque ya se estaba trabajando en ello- aunque constataron que era un plazo “muy corto” para aportaciones de toda la comunidad educativa y CCAA. - Efe