pamplona - Las largas filas de coches, gente paseando para matar la espera y técnicos que no dan a basto analizando vehículos vuelven a ser una realidad en las ITV de Navarra, especialmente en las de Pamplona y Noáin, donde en las últimas semanas las colas para pasar la inspección llegan a ser de hasta seis horas. Los motivos de este nuevo repunte de saturación, en los que coinciden tanto usuarios como empresas, apuntan a una mayor ralentización de la inspección tras la entrada en vigor de la nueva normativa de las ITV, así como a la llegada a las estaciones navarras de conductores de otras comunidades, especialmente de la CAV, donde también están sufriendo, de manera más aguda si cabe, este problema.

La entrada en vigor del Real Decreto de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en mayo de 2018, que afecta a todas las comunidades autónomas, generó una alarma entre usuarios y estaciones al suponer un incremento en los tiempos de inspección de cada vehículo. El responsable de la ITV de Noáin (Revisiones Navarra), Francisco Úriz, destacó que el tiempo medio de inspección de un turismo ha pasado de 10 minutos a 15. “Cinco minutos por coche ralentiza mucho el proceso y se atienden menos vehículos”, señaló Úriz, que indicó que las exigencias se han recrudecido y ahora se realizan más controles de contaminantes y de ruido. Ángel Muñoz, vecino de Pamplona que el jueves acudió a la ITV de Pamplona, también coincidió en que la nueva normativa ha repercutido en os tiempos de espera: “Ahora se tarda mucho más, yo he estado esperando casi tres horas”.

ampliación de plantillas Ya en verano, cuando se produjo otro pico de saturación, las empresas de las ITV anunciaron una serie de medidas para paliar la situación, entre las que figuraban ampliar las plantillas e implantar un sistema de citas previas, pero ninguna ha dado el efecto que se esperaba. “En Revisiones Navarra hemos ampliado dos líneas en la estación de Noáin y una en la de Tudela. En todas ellas hemos duplicado el personal en el último año y a pesar de ello no se soluciona el problema”, explicó Úriz. Asimismo, matizó que el sistema de cita previa “es un arma de doble filo”: “Cualquiera puede solicitar un día que le venga bien, pero hay personas, sobre todo profesionales, que pasan la ITV cuando pueden”.

En este sentido, a Susana Silanes, vecina de Sarriguren, le vence el plazo de la ITV en mayo y el martes pidió cita en la estación de Noáin, donde le comunicaron que estaba todo ocupado hasta junio. “Me dijeron que podía ir allí, pero que están teniendo colas de cinco y seis horas y que lo mejor era ir a la de Tudela donde sí que estaban dando citas previas”, señaló.

efecto dominó Otra de las causas del colapso de las ITV de Navarra es el crecimiento del número de usuarios de otros territorios que vienen a pasar la inspección a la Comunidad Foral. Especialmente relevante es el caso de Gipuzkoa, donde los tiempos de espera son todavía más prolongados y, además, el precio es de 46,69 euros frente a los 33,50 que cuesta en Pamplona. “En la ITV de Urnieta me dieron cita para junio, y yo tengo que pasarla a mitad de abril, por lo que no me ha quedado otra que venir a Pamplona”, explicó Iñaki Ugarte, vecino de Lasarte. En su misma situación se encontraba, Trini Litiaga, vecina de Tolosa, que no le quedó otra que desplazarse a Navarra y aguantar más de tres horas de espera. “Tengo que pasar la ITV, porque a la Policía le da igual que no te hayan dado cita”, confesó.

Esta llegada de conductores de otros territorios fue constatada por Francisco Úriz, quien informó de que en la estación de Noáin el 26% de las inspecciones han sido de usuarios de otras comunidades. La mayor demanda de revisiones en Navarra ha provocado un efecto dominó, y de Pamplona se acude a las estaciones de la Ribera (Tudela o Peralta); en la zona de Tierra Estella, están acudiendo a las ITV de Calahorra o de Logroño; y en la zona de Sangüesa, los usuarios se desplazan hasta la de Jaca, al funcionar éstas con más diligencia.

El Post-it

El decreto. Entre las medidas más destacadas del decreto de las ITV está un mayor control de las emisiones y del ordenador de a bordo o la posibilidad de repetir la inspección en otra estación. Esto último, permitirá acudir a otra estación cuando el resultado sea desfavorable o negativo, mientras que hasta ahora era obligatorio presentarse a la segunda inspección en la misma ITV. Por otra parte, la normativa obliga a las estaciones a contar con herramientas de diagnóstico conectadas a los ordenadores de a bordo de los vehículos.