Pamplona - Alrededor de 400 jóvenes de nueve centros educativos volverán a recorrer la G4-225 en una nueva edición de la iniciativa Las botellas de la libertad. Los estudiantes seguirán los pasos de los presos fugados de Ezkaba portando dibujos, mensajes e inscripciones que dejaron en las paredes de las celdas. El Gobierno foral ha destacado, en un comunicado, que continúa impulsando el proyecto Ezkaba un año después de ponerlo en marcha con motivo del 80º aniversario de la fuga del fuerte de San Cristóbal. Y ha resaltado que quiere impulsar una nueva iniciativa que “contribuya a la conservación y divulgación de las inscripciones que los presos dejaron grabadas en las paredes de sus celdas”.

instituto de la memoria En opinión del Ejecutivo foral, “se trata de un elemento de gran valor memorialista e histórico que se está viendo afectado por el paso del tiempo y algunos actos vandálicos”. Por ello, “como manera de dar a conocer aquella realidad, de recuperar la memoria de aquellas personas, de reparar a sus familias y de trasladar un mensaje de paz y convivencia a la sociedad”, el Instituto Navarro de la Memoria está trabajando en la posibilidad de digitalizar y recrear en 3D los espacios donde se ubican estas inscripciones, de modo que se puedan conservar como parte del patrimonio de la memoria.

En este sentido, las inscripciones estarán presentes en la nueva edición de Las botellas de la libertad, que este año se celebrará los días 10 y 11 de junio con 400 jóvenes de nueve centros educativos navarros que recorrerán la GR-225. La actividad, que se llevó a cabo por primera vez el pasado año, caminará por la ruta de gran recorrido que sigue los pasos de los presos fugados del penal de San Cristóbal en su intento por alcanzar la frontera francesa. Durante los dos días de la actividad, el alumnado podrá conocer lo ocurrido de la mano de investigadores, familiares y personas ligadas a la memoria histórica, así como los valores naturalísticos de los paisajes que se atraviesan, en colaboración con el servicio de Guarderío de Medio Ambiente. Junto al alumnado, participarán en la actividad también familiares de presos, que incorporarán mensajes o recuerdos de los fugados a las botellas, que portarán los alumnos hasta Urepel. Al final de cada etapa se realizarán dos breves actos en memoria de los fugados, en los que los alumnas expondrán los trabajos previos realizados en sus centros.

recreación en tres dimensiones En Las botellas de la libertad este año viajarán hasta Urepel también algunas de las inscripciones que los presos dejaron en las paredes de la prisión y que el Instituto Navarro de la Memoria quiere incorporar a su centro de documentación digital, con un doble objetivo. En primer lugar, “conservar una copia digital de un material de excepcional valor para un mejor conocimiento de las esperanzas, ilusiones y anhelos de los presos; y, en segundo lugar, para avanzar, gracias a las nuevas tecnologías, en la recreación en tres dimensiones del lugar en el vivieron miles de presos en condiciones realmente duras de frío, hambre y enfermedades”. Tras aquella gran fuga de 795 presos, fueron asesinados más de doscientos y solo llegaron 3 o 4. - J.I.C.