Los letrados defensores de Ronaldo Dias Camargo y Rozilene de Fátima Camargo coincidieron ayer en sus conclusiones en la ausencia de pruebas de cargo contra sus clientes y, asimismo, entendieron que tampoco ha quedado acreditado a lo largo del juicio la existencia de un plan previo para acabar con Yanza. A su juicio, la cantidad de errores torpes que encadenaron a la hora de deshacerse del cadáver desmiente cualquier plan.

¿Qué ocurrió en la habitación donde mataron a la víctima? Juan Bautista Larráyoz, defensor de Ronaldo, defendió que este y Rozilene declararon dejar a Yanza y a su mujer a solas para que arreglaran sus diferencias y que ahí fue cuando Irene mató a su marido estrangulándolo con una toalla. De la misma manera, Larráyoz vio extraño que la víctima no se defendiera de su agresor y creyó que aquello pudiera responder a que la pareja estuviera en el suelo “jugando de forma cariñosa” cuando Irene comenzó a asfixiarlo. Las defensas de los sobrinos sostuvieron que sus representados únicamente pueden ser juzgados por un delito de encubrimiento al entender que no tomaron parte en la muerte de Yanza, con la atenuante del miedo insuperable infundido por su tía. Además, la defensa de Rozilene solicita también la atenuante de alteración psíquica aludiendo a su “dificultad para tomar decisiones en situacions de estrés. “Nada de lo que hizo Rozilene influyó en la muerte de Wilson. Si no hubiera estado presente el resultado hubiera sido el mismo. Se limitó a seguir las órdenes de su tía como un autómata”. - J.L.