Una veintena de personas tuvo que abrirse paso el domingo en Belagua, paleando durante más de dos horas, para retirar la nieve del camino de acceso al refugio Ángel Olorón y alcanzar la carretera. Se da la circunstancia de que en la misma vía se encontraban paradas dos máquinas quitanieves empleadas en las tareas de limpieza de la carretera del puerto de Belagua , que no limpiaron el camino porque según dijeron sus operarios "no estaban autorizados a ello a causa de los baches que podían dañar seriamente las cuñas".

Así lo atestiguan guardas del refugio y usuarios que lo vivieron en primera persona sin dar crédito a este argumento. "Con lo que nos ha costado arrancar y la inversión que ha hecho el Gobierno , no entendemos a qué responde, si es una cuestión de competencias o del tipo de contrato, lo que sí sabemos es que es un contratiempo importante", lamentaban ayer los guardas.

La anunciada nieve hizo su presencia el viernes en el valle de Roncal y por la noche la capa alcanzó 50 centímetros. El sábado por la mañana en Isaba, se advertía que se podía circular con cadenas hasta Mata de Haya y a partir de ahí, señalaba el cartel luminoso que la carretera estaba cerrada a partir del km 59. "Subimos con total normalidad, esquiamos y pasamos la noche en el refugio. Esperábamos que al día siguiente pasara la máquina a limpiar, y cuál fue nuestra sorpresa al verlos parados arriba sin poder intervenir porque no tenían permiso", recuerda Mar Emmanuel, montañera y usuaria del refugio.

A partir de ese momento, provistos de palas propias y de las facilitadas por el albergue, se pusieron manos a la obra en tandas.

"Había familias y niños, dos caravanas de las cuales una no se pudo mover. Allí tienen un problema que tendrán que solucionar pronto, porque el sábado era un día excepcional de poca gente, pero siempre hay gente trabajando en el refugio y puede ocurrir cualquier urgencia", vaticinaba la montañera, que participó en los grupos que durante dos horas tiraron de pala, mientras intercambiaban palabras con los operarios.

"Acabamos de empezar y nos encontramos con que no nos limpian el acceso al refugio. Esto es agotador y lo vivimos con estrés. Aquí estamos tres personas trabajando de continuo. Ayer tuvimos que hacer tres viajes para portar la comida desde los coches. Esto es trabajar en precario, y es frustrante", expresaba Juan Solana, guarda del refugio.

Aseguraba que la jornada del domingo la vivieron con estrés, porque ver cómo les separa de la carretera 300 escasos metros y tener que abrirse camino con pala delante de los quitanieves "es una situación surrealista total" , manifestaba.

Al cabo de dos horas de abrirse camino , una llamada al 112 hizo llegar hasta el lugar a la Policía Foral, Guardia Civil y un quitanieves limpió el camino. Por la noche, la nieve volvió con mayor intensidad y ayer el manto alcanzó los 90 cm.

"Pedimos que le pongan solución a este tema de contrato y competencias. Con el primer temporal de nieve en noviembre tuvimos que rogar que nos limpiaran el camino y seguimos igual. Es una incongruencia que el Gobierno financie y luego sus quitanieves no intervengan", expresan desde el refugio con extrañeza.

"Nos resulta extraña esta actitud del Gobierno y pedimos que le pongan solución cuanto antes"

Guardas del refugio Ángel Olorón