La consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, ha destacado que, según los últimos datos epidemiológicos, "parece haberse quebrado la tendencia sostenida a la baja" en los contagios de Covid-19 en Navarra, con un aumento del 7% de los casos en la última semana respecto a la precedente y un incremento de las hospitalizaciones, con 31 frente a las 20 de la semana anterior."No son señales de alarma pero que sean indicadores que han cambiado en un sentido de tendencia creciente nos lleva a la alerta", ha indicado Induráin, que ha destacado que la cepa británica ya es mayoritaria en la Comunidad foral alcanzando cerca del 70% de las muestras analizadas.

En la rueda de prensa posterior a la sesión de Gobierno, Induráin ha explicado que la Comunidad foral se encuentra en un nivel de riesgo medio. Si bien ha calificado como "alentadores" datos como la incidencia a 14 días, situada en 125 casos por cada 100.000 habitantes, la positividad por debajo del 4%, y la ocupación hospitalaria con 51 pacientes en planta y 16 en UCI; ha resaltado que otros indicadores como el ratio entre la incidencia a 7 y 14 días revelan una "ligera tendencia creciente".

Este escenario lleva a Navarra a la prórroga de las medidas vigenteNavarra s, lo que, unido a la cercanía de la Semana Santa, "nos hace ser más conservadores para dar tiempo y medir realmente el impacto de la flexibilización de medidas". Así, más allá de los acuerdos en el Consejo Interterritorial, ha señalado que la voluntad de Navarra es "ir consolidando, avanzar muy despacio para no retroceder".

"Estamos en un último tiro, nos toca ser prudentes y gestionar con cabeza", ha insistido la consejera, que ha reconocido que la sociedad "ya está con una mirada más puesta hacia adelante", hacia un verano que, ha recalcado, "va a ser diferente, con medidas todavía de protección y prevención" y que estará condicionado con el nivel de inmunización y el suministro de las vacunas.