Tras toda la vida en el Colegio Irabia-Izaga rodeada de las mismas personas que la han acompañado a lo largo de los años, a Ángela Matute de Imaña, de Pamplona, le da cierto vértigo dejar atrás la etapa escolar para adentrarse en la universitaria, pero también la afronta con ganas y mucha curiosidad por ver lo que le depara el futuro.

Aunque fuera consciente de que necesitaba obtener una puntuación elevada en la EvAU para poder estudiar el grado de Matemáticas en la Universidad de Santander, prefirió "no tenerlo muy presente para no sumar aún más nervios a la prueba. Intenté hacerlo lo mejor posible, siempre yendo a por la máxima puntuación, pero sin obsesionarme con una nota en concreto", explica. Y así lo hizo, puesto que obtuvo una puntuación de 13,82 puntos sobre 14.

Para Ángela "la EvAU no puede prepararse ni en una semana ni en dos, es más bien el resultado del trabajo que has hecho durante todo el curso". Así, su clave para haber resultado una de las estudiantes más brillantes en esta prueba de acceso a la Universidad fue "una buena organización, paciencia y disfrutar de aquello que estudiaba".

Una vez terminada la EvAU, como colofón final a su etapa en el Irabia-Izaga, Ángela y sus amigas fueron un día al colegio para pasar allá el día: "Fue una forma de volver a recordar y agradecer los años tan buenos que habíamos pasado en él. Disfrutamos mucho y terminamos de despedirnos de las profesoras. No se me ocurre mejor forma de celebrar una calificación tan alta más que en el lugar y con la gente que te ha ayudado a conseguirla".