a vieja estación de autobuses de Pamplona se convirtió ayer en el punto de encuentro de varios colectivos de personas inmigrantes y mujeres con discapacidad. En el marco de la iniciativa Uniendo lazos, Amudisna, Casa Chile, Asocolon, Centro Argentino Navarro, Aproena y Rosa de Bulgaria se unieron en una jornada llena de cultura y folklore para dar visibilidad a la diversidad con su mercadillo solidario. “El objetivo del mercadillo es hacernos visibles y queremos que la sociedad tenga conocimiento de que estamos aquí”, señaló Mª Victoria Remón Hualde, presidenta de Amudisna. “Ha sido un proyecto difícil, pero cada una ha hecho su parte y lo hemos conseguido colaborando entre nosotras y con el apoyo del Ayuntamiento de Pamplona”, añadió. La pandemia limitó bastante el desarrollo de este mercadillo cultural. “Nos hubiese gustado hacer más cosas gastronómicas y de espectáculo, pero la covid nos limita bastante”, expresó Isabel Pérez, vicepresidenta de la Amudisna. “Con este mercadillo queremos unir lazos, en este caso son la inmigración y la discapacidad. Pero hay muchas mujeres en nuestra situación y queremos llegar a todas ellas. Esa es nuestra meta”, remarcó.

Con casi 30 colaboradores, este evento contó con bailes de Chile, Argentina, entre otros lugares, la actuación de Chuchín Ibáñez, jotas navarras y con varios colaboradores como Florette, embutidos Arrieta o Pastas Beatriz. Todo ello como preludio de las actuaciones folclóricas que se celebrarán en la ciudadela hoy lunes, mañana martes y el miércoles en la Ciudadela.

“Las ganas y la motivación de dar a conocer nuestros orígenes es lo que nos ha unido a todas estas asociaciones para sacar este proyecto adelante”, explicó Silvia Macroni, en representación del Centro Navarro-Argentino. “Tenemos que potenciar todo lo que suponga la integración cultural a través de la música, la artesanía, la gastronomía, las charlas y la diversidad”, detalló Macroni, que ve vital la necesidad de acercar a la ciudadanía las diversas culturas que conviven en Navarra.

Desde Casa Chile, Isabel Díez Díaz reconoció que “el año pasado nos quedamos con el disgustito de hacer algo más y este proyecto se lleva moviendo desde junio. Esto solo es una muestra de todo aquello que nos gustaría abarcar, aunque nos queda mucho por aprender y mejorar”. La clave, según ella es “trabajar en conjunto para visibilizar la diversidad”, porque “en esta sociedad cabemos todos”. La idea que destaca de este proyecto es que “podemos trabajar unos con otros”, porque “ser mujer inmigrante o con discapacidad no significa que tengas que estar al margen de la sociedad”.

Por otro lado, Asvona mostró su labor de voluntariado con el deporte colaborando en el mercadillo. “Hemos ayudado a coordinar el evento y de paso nos dan la oportunidad de promocionar el voluntariado deportivo en Navarra, que está muy invisibilizado”, explicó Elena Cazcarro, presidenta de la asociación.