El Club de Malasmadres y Cinfa ha reconocido la historia de superación de la navarra Izaskun Adot dentro del proyecto solidario 'Ellas Cuentan', que da voz a mujeres que se enfrentan a diferentes luchas vitales: la enfermedad de un hijo o hija, los cuidados de personas dependientes o el reto de afrontar su propia enfermedad. Más de 240 mujeres de todo el Estado han presentado su candidatura en esta iniciativa, que ha logrado el respaldo de la comunidad con 63.000 votos. Las tres premiadas recibirán una aportación económica por parte de Cinfa de 3.000 euros cada una, para mejorar su calidad de vida o la de sus hijas.

En concreto, la historia reconocida en la categoría Mujeres que conviven con una enfermedad ha sido la de Izaskun Adot, una madre navarra afectada de fibromialgia. Esta enfermedad no le impide sacar a su familia adelante, en especial a su hijo Ionan (15 años), que tiene Síndrome de Down y un 96% de discapacidad. Además de Ionan y Ainhoa, su hija mayor, Izaskun y su marido tienen otro niño en acogida, Antonio, de 12 años, que también cuenta con un 57% de discapacidad.

La historia de Izaskun es un claro ejemplo de lucha y fortaleza. "Me diagnosticaron fibromialgia hace 6 o 7 años. Siempre lo he llevado bastante en silencio, porque hay tanto debate en torno a esta enfermedad€, pero el dolor es real", cuenta. A pesar de ese dolor, Izaskun cuida de todos sus hijos, mantiene su trabajo (en reducción de jornada) y desarrolla un proyecto solidario, la Fundación Brazadas de Superación, que ayuda a niños y niñas con discapacidad.

"Me pongo el despertador un rato antes para tomar la pastilla del dolor y me levanto cuando ya me ha hecho efecto", señala. Gracias a esta iniciativa y al apoyo de la comunidad de Malasmadres y Cinfa, Izaskun podrá destinar la ayuda a sesiones de fisioterapia y tratamientos de rehabilitación que mitiguen la fatiga y el dolor constante que causa esta enfermedad.

Otras dos premiadas

Las otras dos mujeres cuyas historias han sido seleccionadas en 'Ellas Cuentan' son Georgina Col (de Cartagena, pero residente en Barcelona), reconocida en la categoría Madres con hijos e hijas con enfermedades o necesidades especiales; y Joana García (Madrid), elegida en la categoría Madres cuidadoras de personas dependientes.

La hija de Georgina Col, Claudia, que ahora tiene cuatro años y medio, nació con la enfermedad Menke-Hennekam, de la que solo están diagnosticados 12 niños en todo el mundo. "Ahí empezó una carrera de fondo de operaciones, hospitales, terapias, muchos altibajos y un constante aprendizaje, que nos ha enseñado que la vida hay que vivirla día a día", cuenta Georgina.

Su hija Claudia requiere de cuidados las 24 horas del día. Se acabó el trabajo. "Es imposible. Tengo médicos semanales, terapias diarias, hace solo 5 meses que empezó a caminar, es una lucha diaria". A nivel personal, cuenta que ha tenido que trabajar en su proceso. "Estaba muy mal, pero al final sacas fuerzas de donde no las tienes. El dolor no desaparece, pero he aprendido a transformarlo en algo positivo para poder ayudar a otras mamás, y así hemos pasado de no contar a nadie la enfermedad de Claudia a compartirla con orgullo".

Gracias a esta iniciativa, Georgina ha podido dar mayor visibilidad a su historia y, lo más importante, destinar la ayuda a la investigación de la enfermedad Menke-Hennekam. "Me ha parecido un proyecto maravilloso que esperamos se pueda repetir. Estamos muy felices de aportar este dinero a la investigación de mi hija, Claudia, a través de la asociación que mi marido y yo hemos impulsado".

Por su parte, Joana García casi pierde a su hija a raíz de una sepsis meningocócica, que la mantuvo 30 días en la UCI. Salió adelante, pero le tuvieron que amputar una pierna y en la otra tiene problemas de movilidad. A pesar de todo, Aitana (6 años) es una niña luchadora que sigue yendo al colegio de siempre, aunque con una persona de apoyo que le ayuda cuando tiene algún problema de movilidad.

"Hemos vivido momentos muy difíciles, pero Aitana nos enseña a superarlos. Es una niña muy risueña para la que todo es posible si se quiere hacer", cuenta Joana.

La aportación económica en este caso irá destinada a adquirir una nueva prótesis para la pequeña, "ya que necesitamos cambiarla a medida que Aitana crece. Gracias a ella, podrá seguir avanzando y disfrutando de mayor autonomía, lo que contribuirá a mejorar nuestra calidad de vida", concluye.