El Hospital Universitario de Navarra (HUN) diagnosticó el pasado año 19 casos nuevos de cáncer en población menor de 15 años; una cifra un poco más baja que la registrada en los dos años anteriores, ya que en 2020 fueron 21 y en 2019, 23. Además, "en 2021 hubo 47 niños y niñas en tratamiento activo -un número similar a ejercicios previos-", como señaló la doctora María Sagaseta de Ilúrdoz Uranga, coordinadora de la recién creada unidad multidisciplinar de cáncer infantil y de la adolescencia del citado centro.

Tras indicar que la tasa de supervivencia del cáncer infantil "está en un 80%", esta facultativa del servicio de Oncología Pediátrica del HUN -anteriormente llamado Complejo Hospitalario- explicó que "más o menos el 75% de los pacientes supervivientes tienen algún tipo de secuela", si bien apuntó que "son muy diversas". En este sentido, consideró que son "muy importantes" las "secuelas neurocognitivas y psicológicas, sobre todo en tumores cerebrales, y las endocrinas, porque casi todos los tumores te pueden dar alteraciones de este tipo por los tratamientos". No obstante, indicó que, "dependiendo de cuál ha sido el tratamiento o el tumor inicial", puede haber secuelas en la fertilidad, de la radioterapia, ortopédicas, de disminución de la agudeza visual, de disminución auditiva, problemas de tiroides... "Puede haber muchas", añadió.

En cuanto al seguimiento de los largos supervivientes, explicó que "siempre se ha hecho, pero ahora lo hemos ordenado un poco". Así, prosiguió la pediatra, "hemos puesto en marcha una consulta de seguimiento -que atiende el miércoles-, en la que todos los niños que se ven son supervivientes de cáncer infantil. Nos resulta más cómodo y más fácil para encauzarlos. Además, hemos creado la unidad multidisciplinar del cáncer infantil y de la adolescencia con una enfermera gestora de casos", que se encarga de gestionar y coordinar todas las consultas que tienen estos pacientes con tantas secuelas tan diversas.

La especialista dijo desconocer el número exacto de menores en seguimiento, pero "son muchos, porque no damos altas. Les damos el alta cuando han cumplido cinco años de tratamiento y son adultos. Entonces, pasan a Oncología de adultos a sus médicos de cabecera, dependiendo del tumor, pero si son pequeños, aunque hayan pasado cinco años, los seguimos viendo una vez al año".

Por todo ello, con motivo mañana del Día del Cáncer Infantil, la doctora Sagaseta de Ilúrdoz quiso transmitir un mensaje de esperanza: "Que estemos hablando de minimizar secuelas quiere decir que la supervivencia que hemos alcanzado es muy buena. Antes en lo único que pensabas era en sacar adelante a los niños, claro a veces con un precio muy alto, pero ahora ya tenemos que pensar que esos niños van a vivir muchos años. Es un mensaje de esperanza, de que los tratamientos van bien y la calidad de vida queremos que cada vez sea mejor".

"Los niños se han atendido igual"

Preguntada por cómo ha afectado este segundo año de la pandemia a la atención de los niños con cáncer, aseguró que "se han atendido exactamente igual, con mascarilla y punto, pero no se ha dejado a ninguno de atender. La puerta ha estado siempre abierta, los padres han venido siempre y hemos procurado que estén los dos, porque las informaciones hay que darlas a los dos juntos". Sin embargo, reconoció que la pandemia "ha afectado en la hospitalización en cuanto al voluntariado, al acompañamiento de los niños, a la liberación que supone para los padres durante unas horas... En eso ha afectado mucho, pero en la atención médica creo que no. No tengo sensación de que haya afectado, ni he visto quejas". En cambio, sí ha visto más "tristeza porque en el hospital de día han estado los juguetes tapados durante meses", pero, como anunció, "el voluntariado va a volver".