Cada año se diagnostican alrededor de 65 gliomas cerebrales malignos en la Comunidad Foral, de los cuales 35 se detectan en hombres y 30 en mujeres. Así lo ha indicado la jefa del servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de Navarra (HUN), Idoya Zazpe Cenoz, quien ha precisado que la media se sitúa “un poco por encima de lo que describe la literatura -7,5 casos por 100.000 habitantes año-”, si bien “la incidencia se mantiene” en la última década.

Los tumores cerebrales son “un concepto muy amplio”. La doctora Zazpe ha explicado que, por una parte, “tenemos los tumores metastásicos, que asientan en el cerebro pero vienen de otra parte del cuerpo, y por otra, lo que denominamos tumores primarios cerebrales, que se originan en este órgano”, y que se dividen en dos grandes grupos: los que son benignos y los border line -intermedios- o malignos.

Respecto a los benignos, ha indicado que “ahora que se hacen más resonancias por otros temas (cefaleas, traumatismos...), muchas veces los encontramos de forma casual”; un fenómeno que, de hecho, “últimamente va en aumento”. En cuanto al segundo grupo, a la familia de los tumores propios del parénquima cerebral, denominados gliomas, “los hay de bajo grado, que son más benignos, y de alto grado, con más agresividad, siendo más frecuentes éstos últimos”, ha expuesto la especialista. De hecho, se ha refirido al glioblastoma multiforme como “el cáncer cerebral por excelencia”, por ser “el más maligno y, a su vez, el más frecuente” de los gliomas.

Cuáles son los síntomas

Los síntomas más comunes de los tumores cerebrales son “las cefaleas, un dolor de cabeza continuo, que no se calma con la medicación; vómitos; náuseas; crisis epilépticas; convulsiones; somnolencia; alteraciones de la memoria, de la concentración; problemas para hablar o para entender; problemas de movilidad, que falle un lado del cuerpo; alteración del ánimo, de la conducta... El abanico es muy amplio”, ha enumerado. No obstante, al ser la clínica tan florida o llamativa, el paciente acude a Urgencias y el diagnóstico no suele tardar en llegar. Para ello, primero llevan a cabo pruebas de neuroimagen (escáner, resonancia magnética, etc), que “permiten tener una idea bastante certera del tipo de tumor que es”, y ese diagnóstico se completa después con el análisis anatomopatológico de laboratorio.

Tras recalcar que “no todos los casos son iguales”, Zazpe ha señalado que el pronóstico “depende del tipo de tumor. En los benignos muchas veces la cirugía, si se consigue una resección completa, es curativa. En cambio, en aquellos que ya no son benignos depende de su naturaleza. Si es un grado 3 pueden tener una supervivencia de hasta casi el 30% en 5 años, pero en el glioblastoma multiforme (grado 4), la supervivencia media no suele llegar a los dos años y los pacientes que llegan a los 5 años suponen alrededor del 5%”. A pesar de eso, con motivo este miércoles del Día Internacional de esta patología, recordó que “las investigaciones igual progresan más lento de lo que nos gustaría, pero avanzan”.

Clasificación

Tumores secundarios

Metástasis. Son los tumores cerebrales más frecuentes. Se trata de lesiones originadas en tejidos fuera del cerebro que se implantan en el tejido cerebral. Las metástasis más frecuentes proceden de cáncer de mama, pulmón y piel. La incidencia se sitúa en 10 casos por 100.000 habitantes. Teniendo en cuenta esta tasa, estiman que hay unos 65 casos cada año en la Comunidad Foral.

Tumores primarios

Meningiomas. Se originan en las meninges, las capas que rodean el cerebro y la médula espinal. Se trata del tumor benigno más frecuente, con una tasa de 8 casos por 100.000 habitantes, por lo que estiman que en Navarra se diagnostican unos 52 casos al año.

Gliomas. Estos tumores, que se originan en las células gliales, que rodean a las neuronas y les sirven de soporte, se pueden dividir entre aquellos que son de bajo grado y los de alto grado -más malignos-. Respecto al primer grupo, la tasa de incidencia es de 1,39 casos por 100.000 habitantes, por lo que se estima que en la Comunidad Foral hay 9 casos cada anualidad. En cuanto a los gliomas de alto grado, el más frecuente y maligno es el glioblastoma

multiforme. En Navarra se detectan alrededor de 65 casos cada ejercicio. La edad media al diagnóstico es de 62 años.

Adenomas. Son tumores benignos de lento crecimiento que se originan en las células que forman la glándula hipófisis. La tasa de incidencia es de 3,49 casos por 100.000 habitantes, de modo que se estima que se registran unos 23 diagnósticos al año.

Schwannomas. Es un tumor del sistema nervioso periférico que se produce en el tejido que protege los nervios (vaina de mielina). La tasa se sitúa en un caso por 100.0000 habitantes, por lo que en Navarra hay 6,5 casos al año.

Otros tumores. Embrionarios, de células germinales, neuronales, pineales, quistes...

La frase

Idoya Zazpe: “No hemos visto una demora en el diagnóstico y tratamiento de estos casos por la pandemia”

Preguntada por si, como consecuencia de la pandemia de la covid-19, han detectado casos más evolucionados de tumores cerebrales, la jefa de Neurocirugía del HUN ha respondido que “no hemos visto una demora en el diagnóstico y tratamiento de estos casos. Probablemente porque cuando debutan lo hacen de forma florida en la mayoría de los casos y acuden a Urgencias” y, una vez allí, el diagnóstico es “rápido”. Además, Zazpe ha asegurado que, a pesar de la pandemia, “los casos oncológicos se han priorizado” y se han operado “incluso en los momentos que peor estaba la covid”.