El joven, de 18 años y que cuenta con 105 antecedentes policiales, que fue condenado el pasado jueves a dos años de prisión por un robo con cuchillo cometido en la noche del 28 de diciembre en la Vuelta del Castillo de Pamplona, se había fugado del centro de menores en el que cumplía una medida de internamiento una semana antes de la comisión de aquel robo. El acusado, que se encontraba en prisión provisional, fue puesto en libertad tras conformarse con la condena y fue devuelto al centro de menores para que cumpliera íntegra la medida de seguridad a la que fue condenado en su día en el Juzgado de Menores. Tanto él como otro menor, que intervino en el robo con un cuchillo con el que amenazó a una de las víctimas exhibiéndoselo en la garganta, fueron reconocidos por la pareja a la que robaron en una rueda de reconocimiento.

El suceso ocurrió a las 1.30 horas del pasado 28 de diciembre, cuando asaltó a una pareja de jóvenes que se encontraban sentados en un banco. Les reclamaron las carteras, el dinero y los móviles. Las víctimas entregaron lo que llevaban: una cantidad pequeña de dinero, las tarjetas de transporte urbano de la mancomunidad para la villavesa y los móviles. Además, el acusado vio las zapatillas que el chico llevaba puestas y le requirió para que las entregara a cambio de las que él llevaba puestas. “Así no te vas descalzo a casa”, le dijo. Y precisamente las zapatillas fueron clave para localizarles. A la noche siguiente, una patrulla de seguridad ciudadana localizó un grupo de personas participando en un botellón. Al identificar a los jóvenes se percataron de que uno de ellos portaba unas zapatillas de tamaño mucho mayor al que le correspondía.