PAMPLONA. "Aunque pueda sonar raro, debemos ser positivos y pensar que, siendo un equipo tan joven y con las adversidades que hemos tenido que pasar, hemos demostrado que estamos entre los mejores de la Recopa", ha destacado el central de Santesteban.

Niko no ocultaba, sin embargo, que la tremenda ilusión y las esperanzas que el Amaya Sport San Antonio tenía de alcanzar la final de la Recopa se acabaron estrellando en el muro levantado por el conjunto galo: "Pese a cómo plantearon ellos el partido, nosotros hicimos un buen papel y a punto estuvimos de apearlos de la final".

"Lo cierto es que el arbitraje les permitió ser muy duros y agresivos, casi cercano a la violencia, y así es muy difícil jugar. Personalmente, no me gusta demasiado la dureza y agresividad que se está permitiendo en defensa en el balonmano europeo, pero sabíamos lo que nos íbamos a encontrar y el Tremblay cómo tenía que jugar sus bazas", ha explicado.

El central antoniano lamenta que su equipo haya quedado eliminado por la diferencia de goles fuera de casa (27-23 y 25-21) y, aunque tuvieron el pase en la mano en dos últimas jugadas finalizadas por él mismo y el lateral David Rasic, admite que la clave de no estar en la final se produjo en el choque de ida disputado en Pamplona donde pecaron de inexperencia.

"Cuando íbamos ganando por una diferencia de siete goles teníamos que haber matado el partido y habríamos dado un paso de gigante hacia la final. Ya en su pista, tuvimos dos balones para haber logrado el pase, pero fallamos y no pudo ser", ha dicho.

Niko ha relatado que las horas posteriores al partido y el viaje de vuelta fueron todo un poema: "La eliminación fue muy dolorosa y en el viaje de regreso nadie tenía ganas de hablar. Tanto el presidente como varios aficionados que se trasladaron a París trataron de darnos ánimo y hacernos ver que llegar a la semifinal ha sido un logro muy importante y, poco a poco, se ve de otra manera".

La plantilla guarda hoy lunes descanso y mañana regresará a los entrenmientos para preparar el partido ante el Toledo e intentar, en las tres jornadas que restan, defender el séptimo puesto en la clasificación: "Los dos partidos que tenemos en casa hay que ganarlos sí o sí".

"Tenemos que asegurar el séptimo puesto como sea porque el Cuenca está pisándonos los talones. No va ser fácil, pero hay que lograrlo para despedir la temporada con buenas sensaciones y que la afición siga apoyando al equipo", ha deseado el central navarro.