SIM swaping, tics por Tik Tok, cibercondria, síndrome FOMO... ¿Te suenan? Quizá incluso sufras algunos de estos trastornos y no seas consciente. Se trata de enfermedades surgidas a raíz de las nuevas tecnologías relacionadas con las redes sociales y los dispositivos móviles. Y que van en aumento, en especial en los dos últimos años, tiempo en el que nos hemos vuelto más tecnológicos y virtuales. Por eso conviene estar atento a posibles síntomas y prestar especial atención a los menores, más vulnerables ante ellos.

Sabemos que internet está muy bien y nos ayuda en muchas ocasiones, pero no hay que abusar. Y si no, que se lo digan a los cibercondríacos, es decir, aquellas personas que creen tener cualquier enfermedad al buscar unos determinados síntomas en la red. Lo que sí se convierte en enfermedad es la adicción a las redes sociales y también el síndrome FOMO, aquel que provoca miedo a no estar a la última, un deseo de estar conectado a lo que hacen los demás para enterarse de las últimas noticias, ver el vídeo más novedoso de Youtube o querer la versión más actualizada del teléfono.

Precisamente, en relación al teléfono móvil, aparece por un lado el síndrome de la vibración fantasma. Se trata de mirar constantemente la pantalla porque nos ha parecido que el dispositivo vibraba, y ocurre incluso cuando no lo llevamos con nosotros. Y también encontramos el phubbing, que se describe como el uso abusivo del dispositivo cuando estamos con otras personas, llegando a ignorarlas. Eso puede generar malestar entre quienes se encuentran a su alrededor y el propio aislamiento de la persona conectada al móvil.

Y en cuanto a las afecciones físicas, aparece el codo de selfie, que se produce al realizar un movimiento antinatural para sacarse una autofoto. Estos gestos pueden provocar demasiada tensión en el músculo, incluso inflamación. Y hablamos también en este apartado de text neck, aquellas posturas inadecuadas al inclinarnos para ver los dispositivos. Esto causa tensión en los músculos del cuello, espalda y hombros, que puede generar disfunciones en nuestro sistema.

Los niños

Mención especial merecen los menores de edad. La llegada de la pandemia provocó que muchos de ellos pasasen más horas de lo normal o permitido frente a una pantalla, ya fuese de tablet, ordenador o smartphone. Y por ello, muchos pueden llegar a sufrir problemas físicos y psicológicos. Entre los primeros pueden aparecer calambres en la espalda y cuello, fatiga por estar hasta altas horas de la noche con videojuegos o desarrollar problemas de visión como miopía o astigmatismo.

Y lo último son los denominados Tik tok tics. En la conocida red social, menores con tics o síndrome de Tourette se graban mientras sufren estos espasmos y cada vez son más los jóvenes que imitan esos movimientos incontrolados, que llegan a provocarles sus propias patologías. El síndrome de Tourette impide en los casos más graves hacer una vida normal y no se desarrolla por imitación, pero la repetición de gestos como los que provoca sí puede generar otros tics que pueden cronificarse.

Y hablando de redes sociales, tan perjudiciales pueden llegar a ser si no se utilizan de manera adecuada y controlada que Facebook decidió posponer el lanzamiento de Instagram Kids dirigido a menores de 13 años. Y todo debido a un informe interno que versaba sobre la toxicidad de la red social y que fue publicado por el diario The Wall Street Journal.

Por otro lado, se pierde relación con otros niños, no se aprende de manera adecuada valores y respeto, y es posible que les cueste más socializar cuando estén con otras personas.

En relación a esto, precisamente hace unos días, Unicef hacía un llamamiento a utilizar de manera segura la tecnología para proteger a la infancia. En ese sentido, desde la entidad recuerdan la importancia de planificar la llegada del primer móvil, que en España sucede un poco antes de cumplir los 11 años.

Por otro lado, la ONG ha asegurado que los adolescentes que usan las tecnologías de manera intensiva y sin supervisión pueden presentar más problemas a nivel emocional, e incluso relacional.

No se trata de negar el uso de la tecnología, pero sí de ser conscientes de que un uso abusivo puede provocar problemas físicos y psicológicos a corto y largo plazo.

Hacer autofotos puede provocar el llamado ‘codo de selfie’ y ‘text neck’.

Nuevos fraudes

Con la llegada de internet surgieron los ciberdelincuentes y nuevos delitos. Nos centramos ahora en uno de ellos: SIM swapiing, es decir, suplantación de identidad duplicando la tarjeta SIM. Con esta acción, la persona que realiza el timo puede entrar en las redes sociales, incluso en la cuenta corriente. Conseguir el duplicado de la tarjeta en ocasiones es fácil, ya que tan solo debe llamar a la compañía telefónica y hacerse pasar por la otra persona. Para evitarlo, las compañías tienen que prestar más atención a este tipo de engaños. Y por nuestra parte, no debemos vincular los datos bancarios al teléfono ni compartir la contraseña con otras personas, por ejemplo.