pamplona - La de ayer se presentaba como una noche de lucha de titanes. Almodóvar y Amenábar. Pedro y Alejandro. Sus películas acudían a la 34ª edición de los Goya, celebrada por primera vez en Málaga, con 16 y 17 nominaciones, respectivamente, seguidas muy de cerca por La trinchera infinita, que aspiraba a 15 premios. Fue finalmente Dolor y gloria, del director manchego, la gran vencedora de la velada al ser premiada hasta en siete ocasiones. Esta vez, los tres navarros nominados -Raúl de la Fuente y Amaia Remírez por El infierno y Mikel Serrano por la dirección artística de Ventajas de viajar en tren- no lograron ningún galardón.

La de ayer fue una noche de infarto. Al menos, estaban Silvia Abril y Andreu Buenafuente como maestros de ceremonia para amenizar la tensión que se vivió hasta el final. Los dos, que repetían como presentadores de los Goya, prometieron un “show de entretenimiento visual” y lo cumplieron, a base de espectáculos llenos de humor y alguna que otra crítica, como las frases de Abril “soy mujer, tengo más de 40 y soy invisible” o “congela tus óvulos, puedes llegar a todo si te organizas”. Y así, entre risas y algo de música los premios se iban concediendo y las dos grandes favoritas alcanzaban los cinco cabezones cada una antes de llegar a la recta final. Finalmente, fueron los Goya a Mejor dirección y Mejor película, ambos para Dolor y gloria, los que lograron el desempate definitivo. Almodóvar subió emocionado al escenario para recoger el galardón a la dirección. “El cine ha sido la experiencia más importante de mi vida”, dijo el manchego, para quien “el tiempo no pasa en esta profesión”. El director agradeció el trabajo de todo el reparto, así como del resto de personas que han hecho posible esta película y aprovechó el momento para dirigirse al propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez -presente ayer en la gala- para advertirle: “El cine esta en serias vías de extinción y necesita la protección del Estado ya”.

Almodóvar también recibió un Goya al Mejor guión original por esta película que retrata su vida. Tras recoger este premio -el primero de la noche-, comento: “No recuerdo por qué empecé haciendo este guión, no estaba seguro de querer exponerme así, pero seguí y he de decir que estoy encantado”. Otros galardones que recibió fueron los de Mejor música original y Mejor montaje. También el de Mejor actor, que fue a parar a Antonio Banderas, para quien “esta película está siendo un viaje muy especial, único”. “Nunca he tenido la oportunidad de conocer a un artista con la lealtad que tú le tienes a tu cine”, le dijo a Almodóvar, a quien agradeció todas las lecciones “no solo de cine ni de arte, sino de la vida” que había aprendido con él, a quien conoce desde hace más de 40 años. El séptimo premio que acumuló la película fue el que se llevó Julieta Serrano como Mejor actriz de reparto. El de ayer fue el primer cabezón que la actriz de 86 años recibía y con el que logró una fuertísima ovación. “Muchísimas gracias a todos, especialmente a Pedro Almodóvar por crear este personaje tan entrañable que he tenido la fortuna de interpretar”, apuntó, para añadir que el premio “es doble por la suerte” de haberse podido reencontrar con Antonio Banderas, “una persona excepcional”.

Por su parte, Mientras dure la guerra, cinta sobre la Guerra Civil, cumuló los Goya a Mejor actor de reparto, que logró Eduard Fernández, Mejor dirección de producción, Mejor dirección artística, Mejor diseño de vestuario y Mejor maquillaje y peluquería. Fernández no pudo acudir a la gala y en su lugar fue el propio Amenábar quien subió al escenario para recoger el galardón. El director leyó un comunicado que había escrito Fernández, lleno de agradecimientos al equipo y a su familia y que terminó con un “viva el cine”.

La trinchera infinita, que también se asomaba a la lucha de titanes con 15 nominaciones, no logró alzarse más que dos cabezones.

menor presencia femenina Que este año el número de mujeres nominadas haya sido menor a otros años es un hecho que ya criticó la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales. Lo recordó ayer Silvia Abril al llegar a la recta final de la gala y recordar los premios que quedaban. “Mejor actor o actriz, mejor director o director...”, apuntó. De todas formas, fueron unas cuantas las mujeres que subieron al escenario a recoger un cabezón.

Entre ellas, Belén Funes como Mejor directora novel por La hija de un menor. También Belén Cuesta, como Mejor actriz (La trinchera infinita). Cuesta agradeció a los tres directores de la película este “papel maravilloso” y dedicó el premio a todos sus allegados, en especial a su madre, “la mujer más valiente del mundo”. Y Benedicta Sánchez, Mejor actriz revelación por su papel en O que arde, quien a sus 84 años demostró con este trabajo que nunca es tarde para cumplir un sueño. “La vida te da sorpresas, esta es una muy grande”, comenzó diciendo la actriz, que se quedó enmudecida ante el abarrotado pabellón. “Ayúdenme para que diga cosas”, pidió al público, antes de marcharse del escenario recordando a su hija y sus nietos.

La directora Silvia Venegas Venegas se llevó con Nuestra vida como niños refugiados en Europa el cabezón a Mejor cortometraje documental -premio al que también aspiraban Raúl de la Fuente y Amaia Remírez por El infierno-. “Ojalá nuestras películas lleguen a más lejos y más gente”, señaló.

El mejor actor revelación fue Enric Auquer por su papel en Quien a hierro mata. “Todos sabéis lo difícil que es esto, y Paco Plaza se fijó en mí y no lo olvidaré nunca”, apuntó, para terminar su discurso con el grito “gracias a todas las antifascistas del mundo”.

homenaje a pepa flores Aunque desde la mañana se sabía que Pepa Flores no acudiría a la gala a recoger su Goya de Honor, el homenaje fue muy emotivo. Amaia Romero se subió al escenario para cantar Cancion para Marisol y, después, la propia hija de Flores, Celia, cantó Estando contigo, de la película Ha llegado un ángel. Su hija María Esteve señaló que “aunque (su madre) no se lo crea, con su trabajo ha hecho feliz a mucha gente” y se dirigió a la propia Pepa Flores para decirle: “Estate muy feliz, porque este Goya es tuyo”.

“no estamos aquí para ser famosos”

La Academia reivindica el trabajo de los “imprescindibles”. El presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, destacó el trabajo de toda la gente del cine “que no son famosos pero son imprescindibles”. “Porque sin ellos no hay historias que contar, historias que nos ayudan a entender el mundo, nuestro país y nuestro tiempo. A compartir nuestros sueños e ilusiones. A contar historias con las que nuestro público se identifique y reflexionar sobre lo que nos pasa desde la emoción. No estamos aquí para ser famosos, como nos enseñó Pepa Flores cuando renunció a la fama”, dijo Barroso, quien reivindicó “un país de convivencia y respeto de todos y todas”.