El Planetario de Pamplona cumplió 29 años, y para celebrarlo estrenó a las 18.30 horas en la Sala Tornamira una nueva versión de Vía Láctea, un programa audiovisual que combina el arte, la naturaleza, la historia, la mitología y la ciencia en sus dimensiones científica, naturalista, espiritual y geográfica.

Vía Láctea 2022 es una película de 30 minutos en formato cúpula completa sobre el Camino de Santiago, un “canto al Camino en sí mismo” que recoge la colaboración que hubo hace 30 años entre el Planetario de Pamplona, la Casa de las Ciencias de Coruña y el Planetario de Madrid. 

“29 años después, recuperamos esa historia que contamos para traerla de nuevo aquí, ahora que sabemos otras cosas sobre el cielo, tenemos más experiencia y la podemos contar de otra manera, porque los sistemas de proyección también han cambiado”, explicó Javier Armentia, director del Planetario y de la película.

“Nos parecía muy bonito hacer ese acercamiento y contar la historia de este camino en el cielo al que a lo largo de la historia se le han asignado mitos e historias muy diferentes”, añadió Armentia sobre esta cinta compuesta por nueve secuencias que combinan la proyección a toda cúpula con la recreación del firmamento.

A la presentación acudieron Ramón Núñez y Bibiana García, exdirector de los Museos científicos y actual responsable de la casa de las Ciencias de A Coruña, junto con Asunción Sánchez y Telmo Fernández exdirectora y director del Planetario de Madrid.

Para la música original, realizada por Luis Delgado, se han utilizado instrumentos medievales construidos por Carlos Paniagua, el piano de Gregorio Esteban y el coro gregoriano de Concento Musical Neocantes. Las voces de las poesías y los textos son de Mercedes Sampietro, Juan Luis Cuesta y Pedro Tena con fragmentos de obras de Lorca, Kavafis y Whitman.

Vía Láctea, dirigida por Ramón Núñez y Javier Armentia, ha contado con la colaboración en el guion de Juan Carlos Medal, Fernando Jáuregui, Marcos Pérez y Nieves Gordón. El diseño visual corre a cargo de Fernando Jáuregui y Raúl Manzanal, con animaciones 3D de Carlos Gallego, fondos estrellados de Iñaki Ordoñez y montaje sonoro de Josean Olaberri.

En esta nueva versión, se mantiene el viaje visto como el camino en sí mismo y se añaden los descubrimientos astronómicos que han ido cambiando la visión del Cosmos y la astronomía a lo largo de estas tres décadas gracias a los descubrimientos de GAIA, el telescopio espacial de la Agencia Espacial Europea, ESA.

Esta “revisión” ha sido producida y dirigida por el Planetario de Pamplona para “contar una historia que nos gustó hace 29 años y que aún ahora sigue teniendo mucha actualidad”. Y es que, como relató Armentia, “tenemos telescopios en el espacio que cartografían con mucho detalle nuestra galaxia, ahora podemos aportar imágenes y datos que antes simplemente no existían y por eso nos sirve muy bien para este aniversario”. 

Fotograma de la película ‘Vía Láctea 2022’. Foto: Planetario de Pamplona

La nueva producción audiovisual, que ha contado con el apoyo de cultura del Gobierno de Navarra, incide así en la difusión de aspectos relacionados con la diversidad cultural del Camino, Patrimonio y Ciencia del camino de Santiago y lo conecta con algunas de sus manifestaciones menos exploradas, en particular con las científicas y astronómicas. 

Además, Vía Láctea es un proyecto que no solo promoverá la imagen del Camino de Santiago, sino también el potencial cultural y turístico de todo el camino y, muy especialmente, de la comunidad Foral de Navarra.

El texto acompaña a las imágenes puntuando las descripciones geográficas y astronómicas, pero al mismo tiempo se propone una reflexión sobre el descubrimiento y el viaje de la mano de Galileo, Flammarion, Lorca, Kavafis o Whitman.

La asociación entre la Vía Láctea y el Camino de Santiago aparece ya en el Codex Calixtinus, en el que se narra cómo el Apóstol indica a Carlomagno que la Vía Láctea es la guía para llegar hasta Compostela. 

La película que se presentó ayer extiende su influencia y visibilidad más allá del propio año Xacobeo en la medida en que los contenidos son universales y lo hacen atractivo para las salas de proyección y su público.