Desde pequeño a Iván Velasco (Tafalla, 1993) le han impactado las representaciones de santos que veía en las iglesias. Una estética que el fotógrafo navarro ha recuperado para su primer proyecto expositivo, que presenta como un contrapunto a lo que nos han transmitido siempre como sagrado.

“Desde pequeños nos han dicho que pecar está mal, que si pecamos vamos al infierno... así que decidí coger los pecados y santificarlos, hacer de ellos algo bello, bonito. Proponer que, si pecas, queriendo o sin querer, tampoco sea mal visto. Que no se te juzgue por ello”, cuenta Velasco al hilo de su exposición ¿Estás libre de pecado? El Purgatorio, visitable hasta el 4 de julio en la Galería Contraluz de la AFCN (Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra, calle Río Urrobi, 3), de lunes a viernes en horario de 18.00 a 20.30 horas.

Una colección de siete retratos que personifican los siete pecados capitales y un autorretrato que representa al purgador, “esa persona que decide si quiere liberar del pecado o no”. Un ser enigmático y poderoso que simboliza la capacidad de cada individuo de redimirse a través del reconocimiento y la aceptación de sus propios errores.

Acercarse a contemplar los detalles

La soberbia, la pereza, la gula, la envidia, la avaricia, la ira y la lujuria se muestran aquí en su forma más pura y divina, encarnados por siete personas santificadas en unos evocadores retratos que aluden a cómo cada uno de los siete pecados puede transformarse en virtud.

Los retratos de Iván Velasco nos interpelan directamente. Iban Aguinaga

Así, en esta exposición el purgatorio se presenta como ese estado intermedio entre el cielo y el infierno donde las almas se purifican de sus pecados antes de alcanzar la plenitud divina. “Pecar forma parte de nuestra naturaleza, todos alguna vez pecamos”, dice Iván Velasco, al que siempre le ha interesado el retrato como medio para explorar el alma y la psique humana.

“Aquí me he propuesto transmitir todo con la mirada. Porque son retratos de busto, ahí no tienes las manos ni la postura del cuerpo para expresar... Todo lo tienes que concentrar en la cabeza, la mirada, el gesto de la boca...”, cuenta sobre estos retratos en fondo negro y cada uno de ellos con un color predominante de luz, “el que mejor representa cada pecado”.

“La idea es que se vea sobre todo a la persona destacada del fondo. Lograr la sensación de que estás viéndola por una ventana”, apunta Iván Velasco, añadiendo en este sentido que ha hecho un minucioso trabajo de edición en cada retrato “para sacar la textura de la piel”. “Quería que la gente se acercase mucho a ver los detalles”, dice.

Las aureolas o coronas que lucen estos pecadores santificados las creó el propio Velasco, quien eligió también cuidadosamente los elementos que llevan en el cuello y que representan los distintos pecados.

Retratos que nos interpelan directamente

La estética de esta colección combina elementos del arte clásico con un diseño moderno y un enfoque performativo que roza lo religioso. Los retratos no solo representan los pecados, sino que actúan como espejos del alma y la psique humana, invitando a los visitantes a una introspección profunda. Así, los retratos de Iván Velasco nos interpelan directamente, invitándonos a contemplarnos a nosotros mismos en los otros para descubrir esa universalidad que inevitablemente nos iguala a todos los seres en lo que se refiere a emociones y sentimientos. 

“Pecar forma parte de nuestra naturaleza, todos pecamos y propongo que no se nos juzgue por ello”

Iván Velasco - Fotógrafo

Tras cursar el bachillerato de artes, Iván Velasco estudió en Corella Diseño Gráfico y luego regresó a Pamplona para estudiar Fotografía en la Escuela de Arte, hace nueve años. En este tiempo ha trabajado durante siete años en el estudio del fotógrafo Mikel Muruzabal, con quien ha “aprendido mucho”. Tras esa experiencia profesional, Velasco ha retomado la fotografía, y en especial el retrato, como “hobby y pasión” y se ha lanzado con su primera exposición, que asegura estar “disfrutando”. “Recibir el feedback de la gente en la galería es muy enriquecedor”, dice el joven fotógrafo. 

Iván Velasco como el purgador, en el único autorretrato de la exposición. Iban Aguinaga

La oportunidad de exponer

La oportunidad de mostrar su trabajo en la galería de la AFCN surgió tras la invitación de la agrupación fotográfica a Iván Velasco y a otros jóvenes fotógrafos y fotógrafas de Navarra a impartir una conferencia en el Palacio del Condestable en torno a La fotografía del futuro en Navarra.

“Nos animaron mucho a mover nuestros trabajos y a exponerlos, y me decidí a hacerlo. Tenía este proyecto del purgatorio ya pensado y me faltaba un incentivo, un empujón. Tener este proyecto expositivo a la vista, saber que iba a tener un sitio donde enseñar estos retratos, me motivó; es una buena manera de dar a conocer mi trabajo. Esto me anima a seguir, y quizá vengan más exposiciones”, desea Velasco.