Con la fórmula recicladora de residuos habitual en su trabajo, la artista navarra Alicia Otaegui participa en los Encuentros de Pamplona con una propuesta que ofrece un mosaico representativo de lo que es esta iniciativa cultural, en la que destacan los valores de “apertura, diversidad y posibilidad de repensar”.

Lo dijo la propia artista ante los medios, que la instalación que se exhibe en la fachada de Casa Seminario con motivo de los Encuentros de Pamplona y nace de los Encuentros de hace dos años, ya que ha utilizado las banderolas y lonas que anunciaron aquella edición como material de su propuesta, titulada Ventanas abiertas.

Otaegui explicó que ha afrontado este proyecto con tres conceptos (aunque ha reconocido que se había “quedado corta” porque debería haber sumado los de “curiosidad y ansiedad”) que le suscitan esta bienal cultural y artística que se celebra en Pamplona, como son las ideas de “diversidad”, “apertura” y posibilidad de “repensar”.

Todo ello conforma el “mosaico” que en forma de teselas unidas entre sí, con diferentes colores y adornos, hechas con material reciclado, penden de un edificio en la plaza Consistorial de Pamplona.

Reflejan la “diversidad de pensamientos, de pluralidad” que suponen los Encuentros de Pamplona, pero también la “apertura” de pensamientos que suscitan hacia un lado y otro y provocan el “repensar”, una alusión a la línea de trabajo de la propia Otaegui, que trabaja con materiales de “los excesos, excedentes y residuos”.

Una vez realizados y colgados “estos trocitos que forman parte de este todo maravilloso que son los Encuentros”, se observa que realmente son dos cascadas, una en cada fachada del edificio, que se encuentran en el vértice, lo que “redondea la propuesta”, que además se expone a que le pasen cosas”, como el viento, la lluvia y otras circunstancias al estar al aire libre.

“La vida es corta, es efímera, como son los Encuentros, y ese componente transformador también me gusta”, señaló respecto al deterioro que la intemperie y “el azar” provoca en su instalación.

Cierre del ciclo fotográfico

En el mismo acto intervino el fotógrafo Antoine d’Agata, quien ayer participó en los Encuentros con una entrevista pública, de la que adelantó que explicaría que está en un momento de “cerrar un ciclo de 25 años”, como pretende reflejar en la performance que firma en estos momentos en el Centro Pompidou de París.

Es “un broche final” a su carrera de fotografía hasta el momento, que compartió en la charla de Baluarte “no solo desde el punto de vista artístico, sino también humano y político”, dijo el artista que pretende cerrar esta etapa para “regresar al mismo punto de libertad y de ligereza” de sus inicios.

Música contemporánea

La música contemporánea del Centro Garaikideak y la percepción que provoca en la artista sinestésica Miren Karmele Gómez es la tercera propuesta presentada, que tendrá lugar este miércoles, y que consistirá en la combinación de piezas interpretadas con instrumentos acústicos tradicionales y electrónicos mientras Gómez refleja lo que percibe.

La miembro del Centro de Música Contemporánea Garaikideak Yolanda Campos explicó que Karmele Gómez posee la cualidad de la sinestesia, lo que supone que puede percibir dos o más sentidos de forma simultánea, y en su caso recibe en su mente imágenes de color cuando escucha sonidos, especialmente las vocales de las palabras.

Y todo ello, con el trasfondo de un discurso sobre la sostenibilidad que anuncia el título, Ökologie, dentro de la teoría ética medioambiental bautizada en el siglo XIX que pretendió ya entonces “crear un discurso sobre la sostenibilidad y hacer una crítica a la tecnología, pero no a toda la tecnología, sino a aquella que está vinculada al exceso de producción y consumo derivado del sistema capitalista de alguna manera”.