La escritora Reyes Calderón regresa a las librerías después de siete títulos previos con el personaje de la jueza Lola MacHor en su nueva novela, Los crímenes del caviar (Planeta), en la que investiga cómo asesina "la élite más discreta" de Sotogrande.

El libro aborda asuntos criminales a través de una historia de amor, aunque también hay cabida para las conspiraciones en el seno de la Iglesia o los avances de la ciencia por parte de una sociedad "acomodada", según explica la editorial.

Precisamente, la 13ª novela de la escritora, afincada durante más de treinta años en Navarra y que este viernes 24 de enero participa en una mesa redonda del festival Pamplona Negra junto a Ibon Martín y Rosa Ribas, tiene un comienzo clásico: una llamada telefónica y el encargo de un caso complejo a un investigador.

Élites y pulsión criminal

El policía Juan Iturri vuelve a enfrentarse al mal junto a su amada jueza Lola MacHor en Los crímenes del caviar , novela situada en la exclusiva urbanización de Sotogrande que investiga "la correlación" entre la "élite más discreta" y la pulsión criminal, ha explicado la escritora recientemente a Efe.

En este libro de intriga salpicada de romance y humor aparecen más o menos desdibujados personajes como un residente en Abu Dabi dispuesto a parar escándalos y una "dama misteriosa" de la que se sabe que es "de la realeza, pero del pueblo", y que hace actividades como dar discursos ante las Naciones Unidas.

"¿Hablas de 'la innombrable'? Lo he dejado suficientemente abierto para que cada uno piense lo que quiera, queda bastante difuso", asegura Calderón en una entrevista, preguntada por la identidad en la que se ha inspirado para estos personajes, que solo aparecen de manera puntual, aunque decisiva.

El poder de la Iglesia Católica

La séptima novela de la serie de Iturri y MacHor tiene como punto de arranque una serie de muertes simultáneas entre personas sin una aparente vinculación previa -entre ellos los dueños de una farmacéutica, un cardenal papable y un príncipe saudí- salvo que la noche antes han cenado juntos en un restaurante de lujo de Sotogrande, cerca de Marbella (Málaga).

"A los que no pertenecemos a esas élites económicas o políticas que llevan las riendas, ese mundo nos llama la atención, y a mí me apetecía investigar esos escenarios, mirar si podría haber alguna correlación entre algún tipo de delito y algún tipo de posición social", explica la escritora sobre la elección de esos escenarios.

Al respecto, reflexiona sobre el hecho de que nadie de la élite te va a robar la cartera a punta de cuchillo, pero por ejemplo sí hay una gran incidencia de personas que no necesitan robar entre los cleptómanos. Para prepararse la novela, Calderón cuenta que ha estado varios años yendo a fiestas en Sotogrande y Marbella "observando, mirando, saboreando unos escenarios que, por cierto, son magníficos", asegura.

En Los crímenes del caviar es importante la trama eclesiástica que subyace a la muerte del cardenal y la descripción de un mundo de poder en la Iglesia Católica que ella encuadra "dentro de la dicotomía de una Roma de los pobres", representada por el papa Francisco, y "una Roma más aburguesada", que es la que describe.

"No hablo estrictamente del Opus Dei"

Preguntada por si su supuesta cercanía con el Opus Dei le ha servido como ejemplo, explica que ha trabajado en la Universidad de Navarra durante treinta años y conoce ese mundo, pero afirma que no está hablando de esa organización de manera directa.

"Estoy hablando de otras élites, fundamentalmente norteamericanas, pero yo creo que no hay fronteras en las élites más discretas que no vemos, que están arriba. Yo no sé si tienen fronteras o no, pero no, no estoy hablando de esos estrictamente", afirma sobre la mencionada organización.

Profesora universitaria en Comillas-Icade y tertuliana de radio, Reyes Calderón es autora de otros doce libros, entre ellos Las lágrimas de Hemingway (2005), Los crímenes del número primo (2008), El último paciente del doctor Wilson (2010), La venganza del asesino par (2012), Tardes de chocolate en el Ritz (2014), La puerta del cielo (2015), Clave Matisse (2018) o El juego de los crímenes perfectos (2022).

La escritora afirma que se organiza para escribir -tiene nueve hijos- haciéndolo de noche y porque tiene el don de la concentración absoluta en cada tarea.

Además, asegura que disfruta mucho escribiendo sus obras, y se muestra convencida de que "si el escritor no disfruta, el libro no funciona, porque eso se transmite por ósmosis".

Para Reyes Calderón, otras claves para que funcionen los libros de misterio y la novela negra es que "todos somos inmensamente curiosos" y "llevamos un detective dentro que va persiguiendo pistas", junto al hecho de que en la condición humana estén "todos los elementos que incitan a un crimen: la envidia, la búsqueda de poder, los celos, la ira", aunque los tengamos "habitualmente muy controlados", subraya.