PREGUNTA: ¿Cómo está yendo esta gira tan especial antes del paréntesis?
RESPUESTA: Pues muy bien, está siendo súper emocionante en muchos sentidos. La recepción del público está siendo increíble. El grupo ha tenido un crecimiento muy fuerte desde que empezamos en 2020, pero este año estamos notándolo especialmente, hemos tocado conciertos bastante importantes en el territorio euskaldun y aparte de la afluencia de gente, que ha superado nuestras expectativas, queremos destacar la emoción que estamos viviendo en todos estos conciertos. Se está notando. Cada concierto que damos es algo para disfrutar pero a la vez es un paso que nos acerca más a ese parón que tenemos ahí inminente, entonces las emociones están a flor de piel.
P: Han sido cinco años intensos. ¿Cómo definiría este viaje?
R: Lo has definido muy bien con una sola palabra: intenso. Somos muy conscientes del privilegio que supone estar en un grupo como Bulego, porque llevamos toda la vida haciendo música, haciendo canciones, llevamos toda la vida intentando conectar con la gente de algún modo, y con Bulego estamos viendo desde 2020 que se está generado alrededor una comunidad muy especial. Diversidad es la palabra que mejor refleja esa comunidad, no hay más que ir a uno de nuestros conciertos, puedes encontrar a familias, a padres y madres con sus hijos e hijas, cuadrillas muy jóvenes y a otras que rozan los 40... es muy bonito ver cómo la música crea un puente entre generaciones.
P: ¿Sentían que era el momento de hacer un parón? ¿Necesitan descansar del ritmo frenético?
R: Sí, de todos modos la razón principal no ha sido el desgaste sino las ganas de crear desde otro sitio. Empezamos este proyecto desde la afición a la música, a los instrumentos, a la composición. Poco a poco ha ido creciendo y ahora estamos dedicándonos a esto, es nuestro oficio, pero a la vez no hemos tenido en estos cinco años tiempo de parar para dedicarnos puramente a la composición. Porque hemos estado o bien componiendo en paralelo a nuestros otros trabajos en los inicios del grupo, o compaginando giras, giras internacionales, grabaciones de discos con la composición. La principal razón para parar ha sido que queremos sacar nuestro máximo potencial en la creación, dedicarle tiempo de calidad, todavía tenemos mucho que dar en este sentido. Y por otra parte aprovecharemos también este 2026 para descansar un poco, pero descansaremos sobre todo los fines de semana; entre semana vamos a estar muy centrados en la composición, y nuestra idea es que los pasos que vengan de Bulego sean los más bonitos que hemos dado hasta ahora. Vamos a dedicar 2026 a cimentar bien el proyecto, a darle forma, a coger bien las riendas del mismo, para que cuando volvamos, esperamos que hacia 2027, lo hagamos con más fuerza y con las cosas más claras que nunca.
“Algo especial está pasando en Navarra con Bulego y queríamos agradecerlo de algún modo, Baluarte tenía que estar en la gira”
P: Mientras tanto, suena ahora 7kale, una postal de despedida en la que dicen: “Lo vivido seguirá presente”. De todo lo vivido en estos cinco años, ¿qué va a seguir vivo de aquí en adelante en Bulego?
R: La pasión por la música, que es lo que nos guía desde el inicio, y el día que la perdamos yo creo que terminará Bulego porque es la razón por la que hacemos todo esto. Esa esencia de Bulego se va a mantener durante el parón y después, y lo que encontrará el público a la vuelta será un Bulego con material nuevo y más seguro de sí mismo.
P: Su propuesta es como un soplo de aire fresco, transmite libertad, pasión, nos recuerda que la vida es disfrute, es baile, son encuentros compartidos, es dejarse llevar por lo que venga. ¿Cree que por ello han conectado con el público, y con públicos de edades tan diversas?
R: Qué bonito eso, porque es en lo que pensamos constantemente y lo que queremos transmitir. Desde que empezamos, el proyecto ha ido haciéndose más grande y también ha ido haciéndose más grande la presión, que muchas veces es autopresión que nosotros mismos nos ponemos al componer canciones, y que me pongo yo mismo como letrista y como compositor, y un mantra y una reflexión muy importante durante estos últimos cinco años es que siempre tenemos que intentar guiarnos por nuestro corazón; dejarnos de modas, de influencias externas, de corrientes, para dejar a nuestras canciones que sean guiadas por el corazón y por lo que sentimos realmente. Y bueno, desde el principio hemos intentado dar un punto de vista positivo de la vida y hablar desde nuestras experiencias vitales. De ahí a cómo hemos llegado a conectar con el público..., no sabemos cuál es la razón, si hubiera una fórmula esto dejaría de tener gracia. Nosotros seguiremos componiendo desde el corazón e intentando que cada paso que damos con el proyecto sea algo que nos emocione a nosotros, más allá de lo que esté en tendencia, en boga o de moda.
“Cada concierto que damos es un disfrute pero también nos acerca más a ese parón inminente... las emociones están a flor de piel”
P: Querían llegar lejos con el euskera y lo han llevado a Japón, Finlandia, Estados Unidos... ¿Cómo es la experiencia de actuar allí ante gente que no entiende el idioma y que vibra con su música?
R: Esos viajes nos han ayudado a conseguir demostrar de alguna forma metafórica aquello que sobre el papel se sostiene muy fácil pero que a veces no nos creemos, y es que la música es un lenguaje que no entiende de idiomas. La música es capaz de transmitir sentimientos, de hacerte bailar, reír, de hacerte sentir bien, sin necesidad obligatoriamente de entender cada palabra, cada metáfora, cada letra y cada inspiración en la letra. Estos viajes han servido para ver que esto es real, que vamos a Japón y la gente que nos ve baila, lo da todo y disfruta con el concierto. Este año hemos estado en Estados Unidos y en Londres. En Estados Unidos hemos tenido oportunidad de actuar en un festival, el Treefort, en el que había un montón de artistas. Y había un montón de gente que no sabía quién era Bulego, que estaban allí y dentro del itinerario del festival estaba nuestro concierto y lo vieron, y fue llamativo, 4.000 personas dándolo todo en nuestro directo. Eso le da sentido a todo, demuestra que el euskera no es algo que nos cierra puertas, todo lo contrario.Es una carta de presentación muy valiosa y un factor diferencial en esta época tan globalizada y homogénea que vivimos. Cuando vamos a Estados Unidos a un festival somos el único grupo que canta en euskera. Si cantásemos en castellano o en inglés seríamos un grupo más en el festival, un grupo más en Japón y un grupo más en Finlandia.
P: El último disco, Aldatu aurretik, se centra en el cambio, motivado en parte por la vivencia de su paternidad. ¿Cómo lo lleva compaginando las dos facetas?
R: Es difícil, si te dijese que es sencillo te estaría mintiendo. Es difícil la paternidad y en general la vida normal, porque la gente que trabajamos en el ocio vivimos muy a contracorriente, cuando todo el mundo está de fiesta y disfrutando, nosotros estamos trabajando, aunque disfrutemos mucho también, no deja de ser nuestro oficio. No es fácil de compaginar, hay que buscar un equilibrio. Y no te voy a mentir, este 2026 me va a venir súper bien para poder estar en casa tranquilo, disfrutar de los findes, de decir, ¿qué hacemos hoy?, no hacemos nada, vamos a dar una vuelta al monte o estamos en el pueblo tranquilamente. Llevamos un gran ritmo de conciertos, de giras, y al final el cansancio también es un factor de los que está en la ecuación, y 2026 va a venir bien para resetear todo.
“El euskera nos ha abierto puertas a nivel internacional, es una carta de presentación valiosa y un factor diferencial”
P: Antes de los últimos conciertos en el Palacio Euskalduna de Bilbao está el directo de Baluarte, que se ha llenado para la ocasión. Tienen por aquí un público fiel.
R: Sí, estamos súper contentos del público navarro porque es algo que no es tan común, somos un grupo de Guipúzcoa y Navarra siempre es un terreno que hay que luchar, y en cambio con Bulego parece que todo ha ido súper fluido, que hemos conectado súper bien con la gente de Navarra, y estos últimos dos años hemos vivido conciertos súper especiales en esta zona. Estar el día del chupinazo de Sanfermines tocando en la Plaza del Castillo fue un privilegio enorme, lo disfrutamos un montón, y también hemos estado en sitios muy pequeños donde el euskera igual no tiene tanta presencia, han sido conciertos más íntimos pero que hemos disfrutado mucho. Baluarte es una fecha que tenía que estar. Cuando vimos que la venta de entradas iba súper bien en Bilbo, no lo dudamos un segundo y fuimos con Iruña porque creemos que está pasando algo especial en la zona de Navarra con Bulego y queríamos agradecerlo de algún modo con nuestra presencia.
P: ¿Cómo va a ser este directo?
R: Va a ser un concierto muy especial. Ya de por sí tocar en Baluarte es un acontecimiento, es un recinto grande pero a la vez íntimo, por la forma que tiene, por cómo están los asientos. Tenemos muchas ganas de darlo todo, vamos a hacer alguna cosa especial, estamos con muchísima ilusión de ir a Iruña.
P: Para terminar, como musiquero, ¿qué está escuchando últimamente?
R: Las últimas dos semanas estoy escuchando poca música porque estamos a tope con reuniones y trabajo, y a mí me suele gustar disfrutar de la música, incluso para componer, me gusta guardarme tiempo para escuchar música casi obligadamente. Últimamente he escuchado bastante, por curiosidad y por meterme en ese terreno que no tenía hasta ahora muy explorado, a artistas como Rusowsky y Ralphie Choo, unos madrileños que están haciendo cosas interesantes. El último disco de Guitarricadelafuente me gustó mucho y es uno de los que tengo ahí en bucle este 2025. Y me gusta estar actualizado con las novedades que van saliendo, son aire fresco y siempre encuentras cosas interesantes. Pablopablo sacó hace poco alguna canción y la tengo en la recámara para escucharla... Y es que estucho de todo, los clásicos me encantan. Un disco que es una constante en mi vida a distintas épocas es el Adore de Smashing Pumpkins, este año le he quitado el polvo (ríe) y le estoy dando bastantes vueltas, incluso para trabajar me lo pongo de fondo.