Con solo 20 años, Josu Etxeberria (Iturmendi, 09/09/2000) dará este año el salto al primer equipo del Caja Rural Seguros RGA. Todo un premio para un corredor al que le han bastado campaña y media en la categoría sub-23 para ganarse su ascenso al bloque ProTeam. “Estoy muy contento. Al final, dar el salto a profesional es algo que llevo persiguiendo desde que era pequeño. Toda mi vida ha estado destinada a ser profesional y es un premio que me ha llegado ahora”.

La experiencia de Josu Etxeberria en el ciclismo profesional comenzará este mismo lunes, cuando inicie una concentración de dos semanas en Altea (Alicante) con el resto del equipo. Una oportunidad que le ha llegado inusualmente pronto, cuando todavía le quedaban dos campañas de sub-23. “Me pilló un poco de sorpresa, la verdad. Yo quería pasar cuanto antes, pero no me lo esperaba todavía. El primer año en el cuadro élite me costó y no terminé muy bien. Luego, este último año ha sido todo muy raro y pensaba que no iban a dar muchas oportunidades”, confiesa.

Josu Etxeberria se convertirá este curso en el noveno navarro en el pelotón profesional, acompañando a Imanol Erviti (Movistar); Mikel Nieve (Mitchelton); Ibai Azurmendi y Diego López (Fundación Euskadi); Enrique Sanz, Sergio Araiz y Urko Berrade (Kern Pharma) y Julen Amézqueta (Caja Rural). Precisamente, su compañero de equipo ha obrado de mentor en el crecimiento deportivo de Etxeberria. “Amézqueta, que es también de casa, me ha ayudado mucho y me llevo muy bien con él”.

La joven promesa de Iturmendi va a dar el salto a profesionales en Caja Rural, un equipo que cuida enormemente su cantera, de la que ya han salido 141 ciclistas. “Estoy muy contento porque he ido de la mano de Caja Rural desde que era pequeño. He sabido ir subiendo categoría a categoría y ahora he podido ascender. Tengo mucha confianza en ellos y creo que estoy en el mejor equipo para formarme. De momento, me han dicho que vaya tranquilo, despacio y paso a paso, sin saltarnos etapas. Hay que ir poco a poco, sin prisa pero sin pausa”, remarca.

En los próximos días, Josu organizará junto al club su calendario para este 2021. Un año en el que se plantea ser constante, sin grandes picos de forma ni objetivos concretos. “Creo que ahora estoy en muy buen momento porque he trabajado mucho estos meses con la idea de empezar lo mejor posible, aunque sé que será complicado adaptarse al cambio de categoría. Yo estoy buscando hacer una temporada regular, sin grandes picos de forma ni objetivos destacados”.

Eso sí, la preparación de Etxeberria dependerá de la evolución de la pandemia. Pese a la incertidumbre, el ciclista de Iturmendi es optimista y desea poder competir sin problemas. “De momento, se va a hacer casi todo el calendario. Espero que haya suerte y que no sea como este último año. A ver si se animan los organizadores y podemos competir, que es lo que queremos todos”.

El prometedor ciclista -que se considera un hombre para luchar por la general- pretende participar en alguna vuelta de una semana, ya que hasta ahora la prueba más larga que ha disputado ha sido de cuatro días. “Soy un ciclista todoterreno y donde más puedo destacar es en la clasificación general. La preparación se está orientando ya hacia eso, porque es lo que quiero ser. Tengo que ir bien en la montaña, recuperar bien y hacer buenas cronos”, explica.

Josu Etxeberria hace ciclismo desde los 6 años, cuando empezó a pedalear en el Club Ciclista Burunda empujado por una familia de deportistas. Su madre, Gloria Azpilikueta, era atleta y ganó la Behobia en 1990. Su padre, Jesús Etxeberria, fue ciclista y le inculcó la pasión por la bicicleta desde pequeño. “Mi familia ha estado muy ligada al deporte y eso, a la hora de apoyarme en una disciplina tan sacrificada, ha sido muy importante”, remarca.

Durante un tiempo, Josu compaginó la bici con la pelota y el fútbol, pero se terminó decantando por el ciclismo.

Después de correr en el Club Ciclista Burunda hasta categoría cadete, estuvo en Irabia Intersport y en el Aralar, desde donde fichó por Caja Rural. “Al principio, era un chaval más, pero a partir de infantiles cambió mi cabeza y logré motivación para entrenar y para ganar. Y he tenido la suerte de poder ganar carreras todos los años”.

Después de muchos kilómetros encima de la bicicleta, Josu Etxeberria comenzó a despuntar en 2018, cuando ganó la Vuelta a Pamplona, la Vuelta a Guipúzcoa y participó en el Mundial júnior celebrado en Innsbruck. “La segunda temporada de juvenil fue mi mejor año. No sé si era la categoría o qué, pero me sentía muy bien encima de la bici y gané las dos carreras de casa. Fue una campaña que me marcó mucho”, confiesa.

Un año que tampoco olvidará será el 2020, en el que tuvo que entrenar en casa a causa del confinamiento. Aun así, el regreso a la competición fue muy positivo para Etxeberria, que se impuso en la general de Vuelta a Zamora y ganó una etapa en la Vuelta a Palencia. Luego, una desgraciada caída en el Giro de Italia sub-23 lastró su parte final de año.

“Esta temporada ha sido muy rara y entrenar en el confinamiento fue difícil. Pero yo ya solía hacer antes sesiones de rodillo, que me gustaban mucho. Me pilló el confinamiento y yo sabía que podía hacer mucho trabajo en el rodillo. Casi incluso mejor que en la carretera, porque en el rodillo no hay bajadas (ríe). Creo que es más duro psicológicamente, pero físicamente puede ser más eficiente. Yo lo vi como una oportunidad y conseguí un nivel muy bueno”.

Un estado de forma que espera seguir mejorando ante los numerosos retos que se le plantean. “Ahora es cuando hay que empezar a ganar”, asegura. “A corto plazo, entreno para el Tour del Porvenir, que será del 13 al 22 de agosto. Pensando en el futuro de mi carrera deportiva, me encantaría disputar el Tour”, concluye.