pamplona - Rodrigo Fernández de Barrena (Latasa, 8/5/1979) se ha convertido en uno de los artífices del éxito del Beti Kozkor en la presente temporada. Con un estilo muy definido y las ideas muy claras, en el año 2013 el técnico navarro llegó a Lekunberri con el equipo en Primera Regional. Seis años, y cuatro ascensos más tarde, se encuentran a un paso de jugar el primer play off de ascenso a Segunda B de la historia de la entidad.

Después del histórico triunfo ante Osasuna Promesas el pasado fin de semana, volvieron a dar un paso de gigante para jugar la promoción de ascenso a Segunda B.

-Sí, la verdad es que el partido contra el Promesas lo teníamos marcado en rojo desde el mes de agosto. Nunca se había recibido aquí al filial de Osasuna, hicimos el partido que teníamos que hacer y, apoyados por una gran entrada, a la que tampoco estamos acostumbrados, nos llevamos tres puntos que nos acercan un poco más a ese objetivo.

Un objetivo que cuando comenzó el curso no sería este.

-El objetivo a comienzo de temporada era mantenernos en Tercera División, que para nosotros ya era un éxito. Empezamos el curso muy bien, cogiendo un colchón de puntos importante y nos empezamos a creer que este podía ser el año de hacer algo realmente grande.

Ha hablado de una entrada a la que no están acostumbrados, ¿fue el fin de semana la mejor entrada desde que usted está aquí?

-Sin duda. Movimos el tema para que se llenara el estadio, pero tampoco sabíamos hasta qué punto iba a responder la gente. En el calentamiento ya se vio algo de movimiento, y cuando comenzó el choque vimos que la gente había respondido con creces. Lo que nos gustaría de aquí a final de temporada es que la gente se involucrara más de lo que ha estado.

¿Se encuentran en una situación que en agosto era impensable?

-Es increíble que nos encontremos donde estamos. Probablemente seamos uno de los equipos con menor presupuesto de la categoría, y en la clasificación estamos por detrás de tres trasatlánticos como son Peña Sport, Osasuna Promesas y Mutilvera. La verdad es que es para sentirse realmente orgullosos del trabajo que llevamos realizando todos estos meses.

Y ahora, con la fase de ascenso casi asegurada, ¿qué objetivo se marcan de cara al final de temporada?

-Parece una utopía hablar de esto, pero ahora mismo estamos más cerca del segundo puesto que del quito. Todavía no tenemos asegurado el play off y nos queda algún punto por sacar, así que hasta que no acabe la temporada no sabemos hasta dónde vamos a llegar.

¿Ha sido la unión del vestuario una de las claves de vuestro éxito?

-Nosotros consideramos este vestuario casi como una familia. Pero tampoco vamos a negar las evidencias, en todas las familias hay roces, pero a pesar de todo esto somos un grupo muy cercano.

Lo que está claro es que cambiaron el carácter del grupo desde su llegada a la entidad hace seis años.

-Nosotros lo que tenemos claro es que cuando llegamos a Lekunberri queríamos sentar unas bases y ahora mismo hemos creado una estructura profesional dentro de un ámbito semiprofesional. Ahora mismo contamos con mucha gente que cubre casi todas las áreas del proceso de competición.

¿Lo más complicado durante estos seis años ha sido, quizás, conectar con la afición?

-Aquí en Lekunberri la afición al fútbol es nula. Hasta hace ocho o nueve años había un equipo en Primera Regional que deambulaba por los campos de Navarra y sin una estructura sólida en las categorías inferiores. Al final, desde la creación del campo de hierba artificial se ha ido cimentando todo desde la base. Se van haciendo muy bien las cosas -cuentan con equipos desde Tercera División hasta alevín, pasando por el femenino- pero no tenemos todavía el respaldo sólido de una afición.

Pero estos últimos años le han conseguido dar la vuelta a la tortilla.

-Sí, es cierto. Al final, cuando nosotros comenzamos casi todo el mundo era de fuera. Hubo un cambio en el club y se apostó por un modelo diferente, algo más competitivo, pero lo cierto es que la gente de Lekunberri no quería seguir.

Y esta situación cambió.

-Sí, con el paso del tiempo ha ido desapareciendo la gente de Pamplona, hemos ido trayendo jugadores de la zona, y gente que jugaba fuera ha vuelto al pueblo y en cuanto a número, la base del equipo es de casa, pero si no llega a ser por la gente de Pamplona, Lekunberri no tendría un equipo en Tercera División.

Y todo esto con la dificultad de conseguir todo esto sin un apoyo económico importante.

-Al final nosotros sólo tenemos el apoyo económico de dos empresas que nos han ayudado muy fuerte, dentro de sus posibilidades, pero para poder jugar una fase de ascenso vamos a necesitar la ayuda de más gente.