donostia - Markel Bergara ha tenido que decir basta. Uno de los héroes del ascenso y de la clasificación para la Champions en 2013 ha decidido colgar las botas cansado de sufrir tantas lesiones. Todavía le queda liquidar el contrato del año que tiene firmado con el Getafe y que finaliza en el mes de junio, pero su intención es comunicar oficialmente en las próximas fechas que no va a completar el curso y que se va a retirar. Al parecer, una de las rodillas operadas, concretamente debido al menisco, le está generando molestias, por lo que no ha tenido más remedio que tirar la toalla al verse incapaz de luchar para regresar a la competición.

Honrado y honesto, como siempre, y considerado como una de las mejores personas que ha pasado por el vestuario txuri-urdin en las últimas décadas, Markel ha tenido una gran carrera gracias a su tesón y su extraordinaria capacidad para ir superando obstáculos a lo largo de su carrera.

Su nombre comenzó a sonar fuerte en Zubieta y no tardó en ser convocado para las diferentes selecciones. Se proclamó subcampeón de Europa y del mundo sub’17 en 2003 (torneo en el que formó una gran dupla con Cesc), para un año después tomarse la revancha del Europeo al hacerse con el título en Suiza. Llegó a jugar el Mundial sub’20 en Holanda siendo un año menor que sus compañeros y erigiéndose en titular junto al zaragocista Zapater en un combinado al que tumbó un tal Messi.

No tardó en llamar a la puerta del primer equipo, aunque antes tuvo que hacer la mili cedido en el Eibar y en el Vecindario, una experiencia esta última que resultó bastante dura. Las lesiones musculares le condicionaron bastante hasta que comenzó a jugar con regularidad en Segunda. No se hizo indiscutible hasta el curso de la Champions al lado de Illarramendi. En los años siguientes también tuvo minutos hasta que la llegada de Eusebio le apartó de la titularidad. En el Getafe estaba triunfando hasta que las malditas lesiones le llegaron a agotar su paciencia. A los 33 años, dirá agur en breve.